Objetos medievales que hablan por Asturias

6/12/08 .- http://www.elcomerciodigital.com

El equipo de arqueólogos de El Peñón de Raíces ha encontrado ya más de 2.500 piezas con las que pueden replantear algunos mitos de la historia medieval de la región

Hace apenas unos años El Peñón de Raíces era lugar de juegos para niños, refugio de un hombre que cultivaba hortalizas a los pies de un promontorio comido por la vegetación en el que ayalgueros e investigadores habían intentado descubrir los restos de un castillo con más o menos éxito. En los años 70, Vicente José González García dirigió las primeras excavaciones que sirvieron para certificar la existencia allí del castillo de Gauzón.
Pero, desde el año 2006, el trabajo del equipo de arqueólogos que dirigen Alejandro García e Iván Muñiz ha servido para certificar que realmente se ubicaba allí el castillo de Gauzón, para conocer mucho más acerca de la vida diaria en la primera etapa de la Edad Media en Asturias y también para comenzar a romper el mito de una reconquista nacida de la nada, sin un sustrato de nobleza organizada capaz de movilizar las fuerzas suficientes como para emprender semejante campaña.
Todo, basándose primero en los escritos de la época y apoyados luego en los objetos que han ido apareciendo en las excavaciones y que ya han permitido certificar que en el siglo VII, antes del inicio de uno de los periodos más mitificados de la historia de Asturias, existía una clase social capaz de controlar un amplio espacio. «Estamos leyendo la historia a través del repertorio material que está apareciendo, que son elementos mucho más objetivos que los escritos de la época», afirma Iván Muñiz.
A lo largo de la campaña de excavaciones que el equipo de arqueólogos e investigadores ha desarrollado en los últimos meses han aparecido algunos restos de «gran importancia histórica». Los más notables, piezas de cerámica datadas en el siglo VII. Según señaló Alejandro García, «hasta ahora no se habían podido fechar cerámicas de esta época con unas pruebas tan fiables como las del carbono 14. Son piezas del principio de la Edad Media, algo más antiguas de las que se conocían hasta la actualidad, que servirán para futuros estudios, para conocer más acerca de las tipologías que se utilizaban en esta época».
No es el único descubrimiento relevante para la historia de Asturias que han realizado durante esta última campaña. La aparición de cerámicas vidriadas de los siglos XIII y XIV, que se fabricaban en países como Francia o Alemania, permite concluir que el castillo de Gauzón tenía en esta época relaciones comerciales con puertos de estos países, rompiendo también el planteamiento de que Asturias era una región aislada. «Avilés tenía relaciones comerciales con puertos como La Rochelle, en Francia, con quien comerciaba con sal. También era la puerta de entrada de mercancías para su venta en Oviedo. En la capital de Asturias han aparecido restos de este tipo de cerámica», explica Iván Muñiz.
El catálogo de objetos encontrados en el tiempo que los arqueólogos llevan trabajando en El Peñón, compuesto por más de 2.500 piezas, incluye un buen número de objetos elaborados por una industria metalúrgica ligada a los siglos XIII y XIV que bien podrían ser de fabricación propia. Entre los objetos aparecidos se distinguen dos grandes grupos: Aquellos ligados a necesidades bélicas y las herramientas de uso común.
El hecho de que se hayan encontrado objetos como espuelas, herraduras o clavos de herrajes señalan que este castillo estaba habitado y dirigido por caballeros ligados a la nobleza cuyo cometido era administrar un territorio a las órdenes de la realeza. Lo explica Alejandro García. «Había una clase elitista, guerreros montados a caballo encargados de administrar una zona y controlar a la población». Hay más objetos en el catálogo que certifican la presencia en el castillo de esta clase social. «También hemos encontrado botones con filigrana, accesibles sólo para los nobles», apunta Iván Muñiz.

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