Autentifican el medallón de un caballero cristiano de las tropas de Jaume I

El estudio del emblema de la pieza, que debió perder el guerrero durante la conquista de Mallorca, intentará determinar la familia a la que pertenece


El dibujo ya se distingue a la perfección. Tras la restauración, el medallón de uno de los caballeros que conquistaron Mallorca junto a Jaume I deja al descubierto la imagen de un grifo alado, uno de los animales mitológicos característicos de la Edad Media. Este emblema fue uno de los pilares de los bestiarios cristianos. El grifo reúne los rasgos físicos de los dos animales más poderosos de la tierra y el aire: el león (representado en el tren inferior) y el águila (en la parte superior). De momento, "y con poca probabilidad", explica el profesor de Prehistoria de la Universitat de les Illes Balears Manuel Calvo, podrá llegar a conocerse a qué familia pertenece dicho pinjante o placa de arnés, "pues en el siglo XIII, cuando se conquistó la isla, la heráldica todavía no estaba fijada. Los caballeros elegían a gusto cómo querían su escudo, no lo heredaban. Eso llegó después".
La pequeña pieza de bronce ha sido restaurada por la Escola Superior de Conservació i Restauració de Béns Culturals de Catalunya. La coordinadora de los trabajos ha sido Julia Chinchilla y la ejecutante de la labor manual Emmanuelle Gloaguen Murias.
Las distintas fases de estudio de la pieza son inminentes. En primer lugar, se llevará a cabo un análisis de composición y fabricación de la pieza. En este punto, se tratarán de establecer los metales con que se fabricó el medallón polilobulado y el proceso de producción del mismo. "Se trata de dilucidar cómo se realizó el repujado y el relieve, por ejemplo", señala Calvo. El especialista de la UIB en temas de metalurgia, Bartomeu Salvà, será quien se ocupe de este cometido. El estudio sobre la filiación heráldica de la pieza todavía no ha sido encomendado a ningún investigador concreto. Calvo señala que se están barajando varios especialistas en arneses de la Universitat de València y de la propia comunidad científica balear.
De momento, esta pieza es lo único que se conserva del hito histórico de la conquista de la isla. "El pinjante hallado más que tener un valor histórico en sí, lo que detenta es un valor simbólico", detalla Calvo, quien cree que es interesante destacar que en este yacimiento de Calvià la arqueología se une a la historia, "pues los objetos encontrados se pueden contrastar con los documentos escritos". Algo infrecuente en los yacimientos.
El medallón podría pertenecer a cualquiera de los cerca de 800 caballeros que desembarcaron a principios de septiembre de 1229 en Santa Ponça y subieron el Puig de Sa Morisca persiguiendo a los musulmanes. Calvo comenta que hubo una escaramuza en esta zona y que está registrada en los documentos de la época. "Fue durante este momento que en un posible forcejeo el guerrero perdió el pequeño escudo", señala Calvo.
El pinjante lo encontró el equipo de arqueólogos que trabaja habitualmente en la zona durante la campaña de verano de 2007. La hallaron en la parte superior del yacimiento del Puig de sa Morisca, donde se estaba excavando un sector de habitaciones almohades. Entre los materiales hallados, apareció esta placa que al principio era totalmente irreconocible, pues estaba muy concrecionada de cloruros. Inmediatamente, la pieza fue transportada a la UIB, para custodiarla bajo las medidas de seguridad reglamentarias. Se limpió, se consolidó y se estabilizó.
Calvo señala que el hallazgo del medallón forma parte de un macroproyecto de estudio sobre el impacto que generó el desembarco de las tropas cristianas en Santa Ponça, donde se halla el Puig de sa Morisca, y el asentamiento islámico de la zona. Es un proyecto que durará aproximadamente cinco años y en el que se estudiarán los materiales hallados entre 2002 y 2007. Al final del trayecto, se elaborará una publicación con todas las conclusiones.
El macroproyecto cuesta entre 15.000 y 20.000 euros anuales. El 80% lo subvenciona el Ayuntamiento de Calvià; el 10%, la propia universidad, y el otro 10%, el Consell de Mallorca.
Los directores del proyecto son Víctor Guerrero, Jaime García, Emili García y el mismo Manuel Calvo.
Una vez se hayan terminado los estudios sobre todos los materiales hallados en este yacimiento (cerámicas, clavos de bronce, hebillas y cuchillos de hierro), incluido el pinjante, la UIB los entregará al Consell de Mallorca, institución competente en patrimonio, quien decidirá el lugar de exposición. "A falta de un museo en el Puig de Sa Morisca, está claro que su lugar natural sería el Museu de Mallorca", concreta Calvo.