Cultura investiga el hallazgo de restos arqueológicos del siglo XII en San Justo

El retablo de la ermita, un misterio de nogal entre el gótico y el churrigueresco.
Los técnicos de la Consejería estudian «el valor histórico» de las piezas, encontradas durante unas obras.

El obrero que removió la tierra junto a la ermita del pueblo mierense de San Justo, el pasado 23 de octubre, no supo qué eran aquellas piedras que surgieron, a menos de un metro del suelo, en una de sus paladas. Pero intuyó que se trataba de «algo importante» y las apartó. El «secreto» se desveló ayer mismo, cuando la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Mieres, Diana González, anunció «la aparición de varias piezas que podrían datar del siglo XII». El operario municipal, sin saberlo e inmerso en las obras del alcantarillado del pueblo, también había removido la historia del concejo. No en vano la localidad de San Justo está reconocida como el asentamiento más antiguo de Mieres.

González explicó que los restos encontrados junto a la ermita de San Justo y San Pastor se encuentran en poder de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias. Los técnicos de la Dirección General de Patrimonio serán los encargados de datar y estudiar las piezas «que parecen ser románicas» para determinar su valor histórico. Los elementos encontrados son un capitel en el que se pueden distinguir dos figuras «como de animales mitológicos, con garras» y la base donde arranca el fuste de una columna con volutas.

El descubrimiento puede no parar ahí. La responsable del área de Cultura mierense señaló que «tendremos que investigar si hay más piezas por la zona». Los vecinos lo tienen más claro. Al parecer, tal y como recuerdan algunos habitantes de la zona «hace bastante tiempo, que se utilizó parte de la antigua ermita que estaba en malas condiciones para rellenar el terreno en los alrededores de la capilla. Seguramente que en la zona va a haber más descubrimientos».

José Luis Soto, uno de los mierenses naturales de San Justo, asegura que «éste no es el primer descubrimiento arqueológico en el pueblo. Hace tiempo se descubrieron unas rústicas urnas funerarias. La mayoría de ellas pertenecían a niños y adolescentes». Soto, prejubilado de la minería y gran conocer de la historia de su pueblo y del valle de Turón afirmó que «se trata de un descubrimiento de relevancia para todo el concejo que puede dar pistas sobre la historia del pueblo». San Justo, además de ser, según los datos conocidos, uno de los asentamientos humanos más antiguos de Asturias también es un «referente» en cuanto al mantenimiento del valor etnográfico de sus casas. Entre ellas, se encuentran tres edificaciones con inscripciones datadas entre los años 1600 y 1700 en el dintel de dos de las viviendas en las que, en su día, se instalaron unos monjes de la orden de los benedictinos y fundaron un monasterio-hospedería que atendía a las necesidades de los caminantes. También la fuente más antigua del pueblo tiene inscripciones y dibujos referentes a la leyenda de los santos mártires, Justo y Pastor. «Desde el Ayuntamiento de Mieres, que siempre ha valorado la importancia histórica de San Justo, con proyectos vigentes para su puesta en valor, espera ahora que este hallazgo sea de gran importancia para el conocimiento sobre la historia medieval del municipio», apuntó Diana González.

San Justo guarda muchos secretos históricos. Uno de ellos surgió hace unos días bajo el terreno cercano a la ermita, otro se encuentra dentro de ella: el retablo. «A todos los entendidos que se han acercado hasta la capilla les ha impresionado», explica José Luis Soto, uno de los vecinos de la zona, que señala que «se cree que es del siglo XVI. Hay expertos que dicen que se trata de una pieza de estilo churrigueresco y otros que apuntan, sin embargo, que tira más hacia el gótico».

La madera de la que está hecha el retablo, nogal, es uno de los aspectos que más llaman la atención a los que se acercan hasta la ermita. Soto explica que «en la zona hay castaños y robles, pero no nogales y el hecho de que esté confeccionado con esta madera le da un aire más especial al elemento artístico».