De paseo por un parque arqueológico

Es el primero al aire libre de Gipuzkoa y ofrece la posibilidad de recorrer por los restos constructivos de templos medievales. Se inauguró ayer en el Buruntza

El primer parque arqueológico al aire libre de Gipuzkoa se inauguraba ayer en la falda del monte Buruntza de Andoain. Se trata del yacimiento de San Martín en el que se han localizado los restos de las primitivas iglesias parroquiales de esta localidad. La intervención arqueológica en esta zona comenzaba en 1995. A raíz de las obras de modificación del trazado de la carretera al barrio Buruntza, salieron a la luz los restos de una edificación que arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi identificaron como fragmentos de los muros de la desaparecida iglesia de Andoain. Desde 1996 y hasta 2003 un equipo dirigido por el arqueólogo Alex Ibáñez, integrado por multitud de voluntarios, estudiantes y vecinos de Andoain, han trabajado sin descanso en esta excavación promovida por el Ayuntamiento de Andoain con la colaboración de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Este parque, situado en una zona privilegiada, permite conocer los restos constructivos de tres templos sucesivos: uno bajomedieval, que data del siglo XIV, del que se conoce un ábside ochavado con contrafuertes de gran solidez; un templo gótico de sillería caliza, de una única nave y ábside ochavado, del que se conserva todo el perímetro y gran parte de las cimentaciones; y un tercero renacentista, que amplía por la cabecera de la iglesia la construcción primitiva y que contaba con dos capillas laterales, la de Santa Magdalena y Santa Catalina, que trasforman el edificio en una iglesia de cruz latina. Este último templo terminaría derribándose a mediados del siglo XVIII. La causa: el inicio en el año 1759 de la construcción de una nueva parroquia, la iglesia actual de San Martín de Tours en Goikoplaza, junto al Ayuntamiento, gracias a la donación realizada por el indiano Agustín de Leyza. La antigua parroquia fue así perdiéndose en la memoria colectiva de los andoaindarras y como único vestigio quedó el topónimo Kanpu Santu Zarra.

Las excavaciones realizadas por Aranzadi bajo la dirección de Alex Ibáñez, permitieron además localizar e identificar espacios de enterramientos en los que se ha recuperado gran cantidad de elementos de ajuar funerario de época medieval y moderna, desde alfileres y medallas a cruces, rosarios y monedas. En el yacimiento puede verse enclavada en el suelo una réplica de un enterramiento con los restos óseos de dos personas. Una de ellas con una moneda en la boca, una costumbre basada en el mito griego de Caronte, el barquero del Hades. En la mitología griega este personaje era el encargado de guiar las sombras errantes de los difuntos de un lado a otro del río Aqueronte, si tenían una moneda para pagar el viaje. Esta es la razón por la que los cadáveres se enterraban con una moneda bajo la lengua.
El nuevo parque arqueológico de San Martín es, en palabras de Alex Ibáñez, un yacimiento en el que el visitante puede pisar sin miedo los muros de las antiguas iglesias de Buruntza, conocer su historia gracias a los paneles instalados o subirse a una plataforma desde la que se cuenta con una perspectiva diferente del yacimiento, y se contempla una impresionante vista de Andoain.