Cilniana denuncia el abandono y suciedad del yacimiento del Cortijo Miraflores

Piden que se limpie de forma urgente la abundante maleza que cubre los vestigios. El colectivo plantea su enterramiento como último recurso para protegerlo

«Abandonado, sucio y con basura acumulada». Con estas palabras la Asociación Cilniana -en defensa del patrimonio histórico- describe el estado del yacimiento arqueológico, sito junto al Centro Cultural Cortijo Miraflores, pese a su destacado valor patrimonial.

En un comunicado, el colectivo apremia a las administraciones a que de forma urgente acometan labores de limpieza y de consolidación de estos vestigios para que formen parte de la oferta cultural del municipio. Según Cilniana, una visita al yacimiento, ya sea desde el exterior o por la entrada del propio cortijo, evidencia que «los muros de la supuesta ermita mozárabe -que los últimos trabajos arqueológicos dejaron al descubierto- se desmoronan ante el avance de la vegetación». Un manto de malezas cubre la parcela, imposibilitando que se puedan apreciar los restos hallados hasta el momento.

Suciedad

Además, el colectivo denuncia el uso del terreno como depósito de tablones y otros desechos que, a su juicio, «dan la impresión de que, más que una presunta iglesia mozárabe -la prospección arqueológica tiene la última palabra- nos encontramos ante un muladar». Asimismo, temen que los hornos preindustriales se caigan en cualquier momento: «En su base hay demasiada humedad», y como sucede en todo el yacimiento, «hay demasiada hierba».

Cilniana llama la atención en que este pequeño entramado preindustrial aparecido en el subsuelo del Cortijo de Miraflores puede ser el «testigo más antiguo» de los ingenios azucareros que jalonan el término municipal. Desde el colectivo plantean que la limpieza del solar se efectúe bajo supervisión de un arqueólogo o técnico especializado y para la consolidación de los vestigios, se convoque un concurso para revalorizar este yacimiento, excavado por los arqueólogos Sebastián Fernández y Antonio Soto bajo el mandato de Jesús Gil. Pese a que con el gobierno tripartito, presidido por Marisol Yagüe, se adjudicaron los trabajos a Arqueosur por 24.000 euros, estos jamás se acometieron.

Según recuerda Cilniana, para que arrancara la obra, el Consistorio debía entregar 12.000 euros a cuenta; pero nunca abonó el primer plazo y, por tanto, la actuación quedó en el aire.

Peticiones

La asociación lo tiene claro. Quiere que se intervenga con carácter urgente para conservar su potencial. Solicitan que se finalicen los trabajos de excavación. Durante la etapa de la comisión gestora al frente del Ayuntamiento, la vocalía de Cultura, bajo la batuta del historiador Francisco Moreno, procedió a la limpieza y vallado de la zona para luego llevar a concurso la consolidación. Pero sólo se pudo hacer el presupuesto. Desde entonces, según denuncia Cilniana, «no se ha vuelto a hacer ninguna otra actuación y la situación es lamentable».

Como último recurso y para evitar su degradación, en caso de que no sea posible continuar con las prospecciones arqueológicas, abogan por que se cubran los restos o, «en última instancia, se proceda a su enterramiento para así protegerlo».