La puerta de la Fuente del Oro, en Lorca (Murcia), estaba situada cerca del río.

Una de las puertas de entrada a la ciudad en la época medieval, la conocida como Puerta de la Fuente del Oro, que aparece en la documentación bajomedieval según el arqueólogo municipal Andrés Martínez Rodríguez, se puede identificar con un vano abierto en uno de los torreones adosados a la muralla que se está restaurando.

Este acceso, de 3,80 metros de anchura, está situado en el lateral norte de un gran torreón, que tiene un frente de 10 metros, un saliente sur de 2,85 metros y un saliente norte de 8,20 metros. La torre donde se emplaza esta puerta acodada se une con un gran lienzo de muralla que puede ser el adarve de la puerta que fue reparado en 1487.

En la documentación que existe se menciona la Puerta de la Alsequoia, por donde se supone entraron los cristianos para sofocar la rebelión musulmana de 1453. Martínez apunta a que puede que esta puerta corresponda con la de la Fuente del Oro, ya que el topónimo alsequoia deriva en azacaya, conducto de agua que discurría por esta zona intramuros de la ciudad.

La Puerta de la Fuente del Oro o de la Alsequoia pasó a denominarse posteriormente Puerta Nueva, en relación con la construcción de un nuevo azud en la Velica, con la intención de recoger el agua que se filtraba y perdía entre las arenas, conduciéndola por medio de una canalización al interior de la ciudad, dándole salida en una abundante fuente o abrevadero en la actual calle de los Pozos. Cánovas Cobeño sitúa esta puerta en esa zona.