Una casa con historia
12/8/08 .- www.ideal.es
Un vecino del barrio de la Alcazaba, de Loja, descubre en el bajo de su vivienda un arco de la época nazarí
LA casa de la Cuesta, una sencilla vivienda a pie de la Alcazaba árabe de Loja y propiedad de Francisco López da alojamiento a aquellos turistas que recalan, estos días, en la fortaleza nazarí y el conjunto histórico de Loja. A pocos metros de allí, en la céntrica plaza de la Constitución, el obrador de Santa Teresa cuya fama le viene por la elaboración tradicional de roscos de Loja endulza el trasiego de vecinos y viandantes en su ascenso al recinto fortificado.
El descubrimiento de un arco nazarí en la casa de la Cuesta ha dado un mayor atractivo turístico a este alojamiento rural cuya historia corre paralela a la fortaleza de la ciudad.
Según las investigaciones del propietario de la vivienda, «este arco podría haber servido de entrada al recinto fortificado» sostiene tras consultar diferentes fuentes documentales.
López descubrió el conocido 'arco del Alhorí' -almacén de trigo- a raíz de unas obras en el bajo de la casa. «Nos encontramos con un tabique de ladrillo fino que indicaba que algo debía estar detrás de él» comenta.
Desde entonces, este vecino fue destapando poco a poco y con sus propias manos lo que ese tabique
escondía tras de sí. «Tenía las manos doloridas y llenas de heridas pero la satisfacción de ver lo que estaba destapando me ayudó a continuar» añadió López.
Algo suyo
Los vecinos del barrio de la Alcazaba han acogido con gran satisfacción este descubrimiento. «Nadie conocía la existencia de este nuevo arco, pero ahora los vecinos del Barrio de la Alcazaba lo consideran como algo suyo». Y es cada uno aporta al arco del Alhorí algún elemento a modo de ofrenda: macetas, cuadros o herramientas de labranza son algunas de las cosas que se pueden encontrar en este recoveco cargado de historia.
Durante todo el mes, las puertas de la vivienda de la casa de la Cuesta permanecerán abiertas para que puedan conocer uno de los accesos a la Alcazaba árabe. López también ha puesto a disposición del Patronato Municipal de Turismo del Ayuntamiento de Loja este nuevo atractivo con el objetivo de incluirlo en el circuito de lugares a visitar.
La Alcazaba
Paralelamente, los vecinos del barrio engalanan, estos días, sus fachadas con macetas cargadas de geranios. Y es que el Ayuntamiento -a través de la empresa municipal de gestión medio ambiental; Gemalsa- está distribuyendo ente los vecinos decenas de tiestos que cada propietario se encargará de colocar en las fachadas de sus viviendas y cuidar.
A esto hay que sumar el encalado y plazas y espacios públicos del barrio. Todo, con el fin de atraer la curiosidad de visitantes y turistas.
LA casa de la Cuesta, una sencilla vivienda a pie de la Alcazaba árabe de Loja y propiedad de Francisco López da alojamiento a aquellos turistas que recalan, estos días, en la fortaleza nazarí y el conjunto histórico de Loja. A pocos metros de allí, en la céntrica plaza de la Constitución, el obrador de Santa Teresa cuya fama le viene por la elaboración tradicional de roscos de Loja endulza el trasiego de vecinos y viandantes en su ascenso al recinto fortificado.
El descubrimiento de un arco nazarí en la casa de la Cuesta ha dado un mayor atractivo turístico a este alojamiento rural cuya historia corre paralela a la fortaleza de la ciudad.
Según las investigaciones del propietario de la vivienda, «este arco podría haber servido de entrada al recinto fortificado» sostiene tras consultar diferentes fuentes documentales.
López descubrió el conocido 'arco del Alhorí' -almacén de trigo- a raíz de unas obras en el bajo de la casa. «Nos encontramos con un tabique de ladrillo fino que indicaba que algo debía estar detrás de él» comenta.
Desde entonces, este vecino fue destapando poco a poco y con sus propias manos lo que ese tabique
escondía tras de sí. «Tenía las manos doloridas y llenas de heridas pero la satisfacción de ver lo que estaba destapando me ayudó a continuar» añadió López.
Algo suyo
Los vecinos del barrio de la Alcazaba han acogido con gran satisfacción este descubrimiento. «Nadie conocía la existencia de este nuevo arco, pero ahora los vecinos del Barrio de la Alcazaba lo consideran como algo suyo». Y es cada uno aporta al arco del Alhorí algún elemento a modo de ofrenda: macetas, cuadros o herramientas de labranza son algunas de las cosas que se pueden encontrar en este recoveco cargado de historia.
Durante todo el mes, las puertas de la vivienda de la casa de la Cuesta permanecerán abiertas para que puedan conocer uno de los accesos a la Alcazaba árabe. López también ha puesto a disposición del Patronato Municipal de Turismo del Ayuntamiento de Loja este nuevo atractivo con el objetivo de incluirlo en el circuito de lugares a visitar.
La Alcazaba
Paralelamente, los vecinos del barrio engalanan, estos días, sus fachadas con macetas cargadas de geranios. Y es que el Ayuntamiento -a través de la empresa municipal de gestión medio ambiental; Gemalsa- está distribuyendo ente los vecinos decenas de tiestos que cada propietario se encargará de colocar en las fachadas de sus viviendas y cuidar.
A esto hay que sumar el encalado y plazas y espacios públicos del barrio. Todo, con el fin de atraer la curiosidad de visitantes y turistas.
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