La mezquita del Cortijo de Centeno (Murcia) se encuentra en pleno proceso de restauración

17/2/05 .- arqueomurcia.com y La Verdad de Murcia

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Estratégica en la ruta de Andalucía


La mezquita del cortijo del Centeno está situada en un punto estratégico en la antigua ruta hacia Andalucía. El castillo de Puentes, situado en un promontorio rocoso perfectamente visible, permitía el control de los cauces fluviales, y su amplia perspectiva visual alcanza hasta las fortalezas de Lorca, Tirieza y Xiquena. En aquellos tiempo, desde Puentes se ejercía el control efectivo de las alquerías diseminadas en su entorno. La mezquita tiene una gran importancia política y social en el mundo islámico y su construcción está vinculada a las necesidades internas de islamización de los territorios. Sus edificios eran centro de enseñanza religiosa y, además de las ceremonias, se leían en ellas documentos oficiales y noticias de interés público. Por otro lado se hallan vinculadas a los ejércitos, ya que los jefes militares que tuviesen a su cargo el control político y fiscal de cada zona o distrito podían tener la dirección de la oración, velando a su vez para que la comunidad musulmana andalusí llevara a cabo el proceso de conquista de acuerdo con las normas islámicas. Este móvil de conquista originó en el siglo XII la llegada de tropas beréberes, primero los almorávides y después los almohades que se asentaron en Lorca.


Cercano al río Vélez y a tiro de piedra del castillo de Puentes, el monumento almohade del cortijo del Centeno se encuentra en plena restauración

La mezquita del cortijo del Centeno fue descubierta en el año 1999, con motivo de las excavaciones que se llevaron a cabo en el entorno del embalse de Puentes, a consecuencia de la construcción de la nueva presa. Está situada en un pequeño meandro que forma el río Vélez antes de confluir con el embalse. El acceso más cercano, aunque todavía no está señalizado, se puede hacer por la carretera de La Parroquia.

En este momento se llevan a cabo trabajos de excavación de la alquería a la que estaba vinculada, bajo la dirección de la arqueóloga Ana Pujante Martínez, y un proceso de restauración y puesta en valor por la empresa Antonio García Rico, con la finalidad de integrarla dentro de las rutas culturales porque, además, se encuentra en un espléndido paraje natural, destacado también por ser considerado como uno de los mayores bosques de tarayal de Europa y reserva de numerosas especies animales.

El seguimiento arqueológico de la restauración y el acondicionamiento del entorno inmediato que se está llevando a cabo aporta nuevos datos que están en estudio. El edificio, según Ana Pujante, aunque no es ostentoso, es una muestra muy didáctica de lo que es una mezquita, con un valor cultural e histórico relevante para Lorca.

La mezquita rural conserva el trazado de su planta completo y perfectamente identificables los elementos que caracterizan a este tipo de edificios religiosos, siendo uno de los escasos ejemplos que no han sufrido transformaciones posteriores, manteniendo fosilizada su planta, desde el periodo islámico. La actual apariencia de la mezquita, como un edificio aislado, no es la real ya que estaba rodeada de una alquería que contaba también con un cementerio musulmán.

Los expertos estiman que esta mezquita debió estar incluida en el territorio administrativo del castillo de Puentes, cuyos restos son visibles a poco más de un kilómetro.

La mezquita tiene una planta de tendencia rectangular con su eje mayor ordenado de sureste a noroeste. Las dimensiones exteriores son 13,90 metros por 10,80. Está configurada en tres espacios diferenciados: el oratorio dividido en tres naves, destacando el muro de la quibla al sureste, y en el lado opuesto un sector sobre elevado; una dependencia contigua al muro de la quibla que pudo hacer diversas funciones; y un minarete, en el ángulo norte.

El oratorio está formado por tres naves. Su desarrollo en altura configura una serie de arcos, parte de los cuáles se hallaron desplomados durante la excavación. A este oratorio se podía acceder por dos puertas, una en el muro de la quibla y otra en el lado norte junto al minarete. Ambas presentan una morfología en recodo, con un tabique que reservaba la intimidad interior, propia de la arquitectura andalusí.

El elemento más característico de las mezquitas es el mihrab, localizado en la nave central, justo en el centro del muro de la quibla. Tiene planta semicircular hacia el oratorio y rebasa el espesor del muro en forma de hexágono. Si nos situamos frente al mihrab, a su derecha aparece otro nicho también realizado en el muro de la quibla, que tiene planta rectangular, denominado almimbar o mimbar. Estaba destinado a alojar el púlpito en el que se subía el imán para pronunciar el sermón del viernes, y es una de las características de las mezquitas aljamas.

Las mezquita del Centeno destaca por este detalle del almimbar, constituyendo un ejemplo de este tipo de edificio religioso en ámbitos rurales. En el fondo de la mezquita, junto al minarete y próximo a la puerta de entrada principal, se sitúa el oratorio femenino formado por un espacio sobreelevado.

El alminar o minarete es la torre de las mezquitas, coronado por una galería desde la cual convoca el moecín a los fieles en las horas de oración. El de la mezquita del centeno, situado en el ángulo norte, tiene planta cuadrada y sólo se ha conservado la base, y los primeros peldaños de la escalera. Los almohades, que fueron grandes constructores de alminares utilizaron este elemento de la mezquita como símbolo de la presencia y triunfo del Islam.

Tras el muro de la quibla existe una dependencia que comunica con el oratorio a la que se puede acceder también desde exterior del edificio. Durante las excavaciones se localizaron el arco y las jambas que formaban el vano, que una vez restaurados se encuentran expuestos en el Museo Arqueológico.

Esta dependencia, explican los expertos, se puede interpretar como la «mezquita de los muertos», incorporando en un ángulo un rebanco, que pudo servir para llevar a cabo el ritual del lavado del difunto. En época almorávide es cuando comienzan a incorporarse estos espacios en las mezquitas aljamas.

Otra interpretación es que podría estar relacionada con la habitación del imán, como ocurre en la mezquita de Córdoba, en la habitación llamada del Tesoro que, situada a la izquierda del mihrab, servía en realidad para guardar objetos litúrgicos y el musahf sagrado con hojas del Corán.

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Comentarios

1

Me ha gustado mucho el articulo.


El articulo esta muy bien pues muestra muchas datos sobre las medidas de la mezquita que en otros casos no se da, a veces por desconocimiento y a veces por olvido,en lo único en que no hace incidencia es en la capacidad para las personas que tendría la mezquita y si existió algún poblado o ciudad a quien iba dirigida esta mezquita.
Comentario realizado por gema. 7/2/08 0:27h
2

Buenos profesionales


Me a gustado mucho el articulo y doy mi mas sincera felicitación por ver que las personas que estan a cargo de la restauración son verdaderos profesionales y no como en otras restauraciones llevadas acabo en Lorca que en puesto de restaurar solo piensan en sustituir materiales pensando solo en su beneficio mutuo, dandoles igual la calidad del material.
Comentario realizado por Marco Antonio Alcazar. 17/2/09 7:58h