«El románico zamorano es muy atlántico, hay vínculos que nos llevan a Aquitania»

Como señala Jose Manuel Rodriguez Montañes: «El románico zamorano es muy atlántico, hay vínculos que nos llevan a Aquitania»
«San Claudio de Olivares es el templo que presenta un bestiario más rico, se trata de una iconografía muy interesante»

José Manuel Rodríguez Montañés (León, 1967), coordinador de la Enciclopedia del Románico en Castilla y León, disertó ayer sobre "El bestiario medieval" en el Museo Etnográfico.
- Ese bestiario: ¿representativo de una mentalidad y de una cultura?
-Sí. La relación entre el hombre y los animales ha existido desde la Prehistoria. Sólo cambian las aproximaciones que las distintas culturas efectúan a ese mundo. Y hoy vemos animales no necesariamente físicos -ésa es la gran diferencia- en nuestras ciudades. Estamos rodeados por ellos. Sólo hay que ver las marcas de los vehículos, que se apropian de los nombres de aquéllos. Como icono, el animal continúa estando presente en este tiempo.
- ¿Refleja, también, una moral? ortodoxa?
- En las intenciones..., no lo sé. En los resultados, sí. O a medias. El bestiario medieval moraliza el Fisiólogo clásico. El eslabón intermedio es San Isidoro, en sus "Etimologías". Se trata del último pensador que aporta un espíritu crítico en la aproximación al universo animal. Existe una renuncia voluntaria a ese espíritu en favor de una moralización que -dirigida por la Iglesia- pretende que sea ortodoxa. En la práctica, menos. Hay una ambivalencia de muchos de esos símbolos.
- Mitos y representaciones? ¿Hubo resistencias y críticas?
- La Iglesia tomó la delantera. Asimiló y adaptó. Y, después, lo "revendió" con ese envoltorio teológico. Otra cosa es que, en su aplicación -en canecillos y capiteles, como en miniaturas-, existe un margen para la heterodoxia.
- En capiteles, canecillos, tímpanos?, aparecen esos animales. La Iglesia sacraliza la simbología pagana, y le otorga un tono didáctico y de moralidad.
- Sí. Hay animales que sobrepasan el nivel de la moral, y llegan a ser representaciones cristológicas, como el cordero... Hay iconografías de bestiarios que pueden dar lugar a interpretaciones incorrectas, que rozan la herejía. De ahí que el discurso debe ser muy claro, para que llegue de la manera más directa y sin interferencias. En el pensamiento teológico cristiano no existe una discontinuidad con el pensamiento clásico.
- ¿Esa estética escultórica -que representaba formas del bien y del mal- amedentraba al hombre de aquel tiempo?
- Existe un lenguaje... Pero es un riesgo medir con parámetros actuales imágenes del pasado. Podemos resbalar.
- Bestiario: ¿de dónde acopia más elementos: del mundo grecorromano, del bizantino, del persa??
- Hay de todo. Sin embargo, la base fundamental es la tradición grecolatina, junto a un elemento oriental: la Biblia. Esta es la gran inspiradora de la iconografía cristiana. Y, con ella, las elaboraciones patrísticas. Hay, también, algo que no valoramos en su justa medida: los sermones, que, por su difusión, eran los periódicos de la época.
- ¿Cuál es el templo zamorano que presenta un bestiario medieval más rico?
- San Claudio de Olivares. Posee unos cuantos capiteles, sobre todo los de centauros y arpías, que son deliciosos. Esa iconografía es muy interesante.
- Usted fue el coordinador de la Enciclopedia del Románico de Castilla y León. ¿Qué singulariza al zamorano?
- Algunas influencias que se dan en Zamora son muy curiosas. Hay un eje de contacto con lo asturiano. Es muy "atlántico". Se perciben unos vínculos, escultóricos y arquitectónicos, que nos llevan a Aquitania. Probablemente, existen circunstancias históricas que lo explican. Se trata de un atlántico muy hispano con relación a lo francés. La ciudad posee un elenco de edificios de una extraordinaria ambición. Y, también, Moreruela y Benavente.