La intervención en el Bellas Artes deja fuera, por ahora, el actual Museo (Oviedo)

18/6/08 .- lne.es

El viceconsejero de Cultura cree que el patronato de la institución deberá plantearse un modelo de gestión independiente «para poder tomar decisiones»
El responsable de la idea opina que «no pueden sumarse sin más» proyectos específicos a los de la Ciudad de la Cultura


La intervención en el Museo de Bellas Artes de Asturias se limitará al proyecto de ampliación, adjudicado a la empresa Sedes en 17,4 millones. Esto quiere decir que el Gobierno excluye, por ahora, la adecuación y rehabilitación de los edificios principales del Museo actual: el palacio de Velarde y la casa de los Oviedo-Portal. La única duda que se mantiene es la del edificio de servicios, anejo al principal. El arquitecto autor del proyecto, Patxi Mangado, considera imprescindible su derribo, pero los responsables de la Consejería de Cultura no lo tienen tan claro.

Mangado, que acaba de presentar en la Expo de Zaragoza su último edificio, el pabellón de España, realizó ayer una nueva visita a las obras, acompañado de la consejera y el viceconsejero de Cultura, Encarna Rodríguez y Jorge Fernández León, respectivamente; el vicepresidente del patronato de la institución; el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, José Suárez Arias-Cachero, y el director del Museo, Emilio Marcos Vallaure.

Las excavaciones arqueológicas, que dirige Rogelio Estrada García, en las que se está encontrando material sobre todo bajomedieval, están marcando el ritmo de las obras. La previsión es que estos trabajos finalicen a mediados del próximo mes de julio y se inicien, entonces, las voladuras y la profundización. «Éste será un edificio importante y para disfrutarlo la gente deberá entrar en su interior y descubrir la calidad de los espacios», declaró Mangado.

La consejera de Cultura, por su parte, está convencida de que «la ampliación cumplirá las expectativas que nos hemos marcado, y son muchas».

Además del proceso de ampliación, el Museo de Bellas Artes deberá afrontar un proceso de cambio de estructuras y administrativo que le dote de autonomía. «Necesita unas condiciones de estructura y de funcionamiento que la actual gestión no favorece», señala Fernández León. En opinión del Viceconsejero, la junta de gobierno de la institución, en la que se integran el Gobierno regional y el Ayuntamiento de Oviedo, «tendrá que plantearse una estructura nueva que la dote de independencia de gestión, que en la actualidad no tiene».

«Lo que permite a un museo convertirse en una referencia es su capacidad para tomar decisiones, gestionando sus propios presupuestos y, naturalmente, rindiendo cuentas de cómo los gasta», añade Fernández León, quien no duda de que el Bellas Artes puede convertirse «en un centro de referencia nacional».

«Tenemos que defender que hay un criterio de racionalidad en el gasto de la Universidad Laboral». Jorge Fernández León, viceconsejero de Cultura y «padre» del proyecto cultural de la Laboral, no oculta su preocupación por el debate político que se ha suscitado con las cifras de inversión en el proyecto de rehabilitación del edificio franquista heredado en las transferencias educativas por el Principado. A día de ayer, la inversión realizada en el complejo, según él mismo confirma, es de 82,2 millones de euros y la diferencia entre licitaciones y ejecución de un 5,58 por ciento, «lo que en dinero es menos de lo que supuso el incremento del teatro», señala.

La obra del teatro, que se adjudicó conjuntamente a la de la Escuela de Arte Dramático, fue la que mayor desviación presupuestaria tuvo, pasando de 6,6 millones en los que fue adjudicada a los 11,5 finales. «Ese aumento presupuestario ya fue explicado con claridad en su momento», señala.

El Viceconsejero opina que «no pueden sumarse sin más» las inversiones específicas que se podrían haber hecho en cualquier otro lugar -centros educativos, televisión autonómica o centro de investigación de Thyssen, entre otros- a las de la Ciudad de la Cultura como el Centro de Arte o el Teatro. En estos dos últimos equipamientos se han invertido 27 millones de euros, cifras «prácticamente iguales» a las del Museo de Bellas Artes de Asturias («28 millones, entre lo ya gastado, expropiaciones y equipamientos pendientes») o el Centro Niemeyer de Avilés, algo más de 30 millones de euros.

Las inversiones en la Laboral se aprobaron y ejecutaron en cuatro años -2004 a 2007-, mientras que las del Bellas Artes llevan un retraso de diez años, «aunque hay expropiaciones de 2001», señala.

Fernández León admite que el proyecto es «una apuesta política» porque «o se rehabilitaba todo el edificio de una vez o si lo dejabas para hacerlo por etapas siempre estaría a medio hacer». En su opinión, la inversión no ha perjudicado al resto de instituciones culturales, muchas de las cuales cuentan con presupuestos precarios o escasez de personal. «El esfuerzo lo estamos dedicando a que arranquen las cosas, cuando los grandes proyectos estén ya definidos, habrá más dinero para la gestión».

Hay dos críticas a la Laboral que el Viceconsejero rechaza: la escasa presencia de artistas asturianos en los proyectos culturales y su utilización como único marco cultural institucional del Gobierno de Areces. «¿Cuántos artistas han estado en exposiciones internacionales en los últimos diez años? En proyectos de la Laboral estarán seis. Laboral no nació para resolver los problemas de los artistas asturianos, sino para ofrecer a muchos un camino». En cuanto al marco, responde: «Dígame un lugar en Oviedo en el que podamos meter a 600 personas».

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