El Gobierno prepara una fundación para revalorizar las Murallas (Ceuta)

Vivas adelanta que se estudia una concesión administrativa para recuperar el Baluarte de Santa Ana. El objetivo es 2015, sexto centenario de la época portuguesa

El legado portugués de las Murallas Reales es el testigo inamovible de que Ceuta es parte de Europa desde hace hace exactamente 593 años y el Gobierno quiere recuperar en lo posible el conjunto monumental de cara al sexto centenario en 2015 de la llegada de los barcos lusos a este lado del Estrecho. Para ello, según anunció ayer el presidente, Juan Vivas, desde el Patio de Armas de las Murallas Reales, se trabaja en la creación de la Fundación Ceuta 2015, una iniciativa que pretende poner en valor todo el conjunto, que aspira en un futuro a formar parte del catálogo del patrimonio de la humanidad.

El primer paso será recuperar el Baluarte de Santa Ana, los 2.500 metros cuadrados de muralla que se asoman sobre el Foso Real. La Ciudad pretende dar un uso a esta zona, casi desconocida para los ceutíes donde ahora anidan las gaviotas y crece la maleza y donde hasta 1995 acampaban los inmigrantes subsaharianos. La fórmula, según explicó ayer Vivas a los periodistas, sería la de una concesión administrativa (presumiblemente hostelera) para el aprovechamiento de un marco singular que ofrece una perspectiva espectacular sobre el foso medieval de las Murallas Reales, el único navegable del mundo.

El segundo paso será aún más complejo y pasa por librar al conjunto monumental de dos de sus vecinos: la comisaría de la Policía Nacional y el Instituto de Enseñanza Secundaria.

Ese es el sueño de la Ciudad desde que decidiera recuperar para el uso ciudadano las Murallas Reales, antes abandonadas entre la maleza y el desuso. Y para hacerlo realidad se baraja la creación de la Fundación Ceuta 2015.

En el Baluarte de Santa Ana se afanaban ayer operarios de Obimace que liberaban la zona de la abundante maleza que cubría una zona de gran belleza oculta a los ojos de los paseantes, que apenas tienen acceso a una mínima parte de las almenas.

Desde el baluarte de Santa Ana puede intuirse la huella de la Puerta Califal, probablemente uno de los mayores tesoros arqueológicos de la ciudad autónoma y oculto a los ojos en las entrañas de las Murallas Reales. El perfil de la Puerta del Califa se entrevé en el medio del muro suroeste del Foso, muy cerca de una pequeña ventana que apenas destaca entre las piedras.

Hasta allí, hasta el corazón de la historia de Ceuta, guió ayer el arqueólogo de la Ciudad, Fernando Villada, al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y la consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu. Un lugar completamente desconocido para los ceutíes y de acceso restringido al estar en el interior de las dependencias del Parador la Muralla, que descansa sobre el conjunto monumental en un lugar injustamente privilegiado.

El presidente también visitó la Escuela Taller Rafael Sánchez Nogués en la que se preparan obreros especializados en albañilería y restauración. Y es que las Murallas Reales, apuntó Vivas, son el reflejo del trabajo llevado a cabo por la Ciudad para la puesta en valor del patrimonio de los ceutíes. Un esfuerzo en el que, destacó, están implicadas las consejerías de Educación Cultura y Economía y Turismo. El resultado de esta labor coordinada reside en el baluarte de los Mallorquines, la Puerta de Ceuta, los baños árabes o la basílica Tardorromana, enumeró el presidente.