Cinco maneras de reconstruir el pasado de la ciudad

24/5/08 .- http://www.diariosur.es

Un libro analiza varios modelos de rehabilitación que recuperan (o no) el patrimonio histórico atesorado en edificios públicos y privados

AURORA Arjones tenía claro que su tesis doctoral trataría sobre Alois Riegl; en concreto sobre la teoría de los valores de los monumentos que estableció allá por el siglo XIX y que todavía mantiene su vigencia. A grandes rasgos, el historiador austríaco fijó cinco parámetros que deben regir la conservación y rehabilitación del patrimonio histórico: el valor de lo antiguo, el histórico, la contemporaneidad, el de uso y el artístico.

Aurora necesitaba casos prácticos para ilustrar su trabajo y ahí se dio cuenta de que nadie había analizado la ciudad, su cuidad, desde esa perspectiva. Así nació 'Valores de cinco arquitecturas intervenidas en Málaga', el libro que esta historiadora del arte ha escrito a cuatro manos con la arquitecta María Eugenia Candau. «El objetivo no es enjuiciar, sino aplicar una teoría que sigue vigente», matiza Arjones, quien, pese a todo, reconoce que Málaga es «una cuidad reconocida por lo destruido de su patrimonio».

El volumen, editado por el Colegio de Arquitectos, analiza cinco rehabilitaciones recientes en edificios públicos y privados. Hay de todo, pero la primera conclusión resulta muy ilustrativa: a menudo, los particulares reforman sus viviendas y negocios con más cuidado que las instituciones o las grandes empresas. En cualquier caso, las autoras repiten que su investigación «no es un juicio, sólo un diagnóstico». Veamos algunos ejemplos.



ANTIGUOS ALMACENES MÉRIDA

Actual hotel Málaga Centro

La máscara de cristal sobre la fachada


«Esta intervención es un claro ejemplo de anulación de los valores que hacen de una arquitectura algo más que una construcción de espacio». La sentencia del libro parece clara. Arjones la desarrolla: «Una de las grandes aportaciones de Riegl consiste en defender que es la gente la que pone el significado a los edificios y monumentos. Para muchos malagueños, el edificio de Almacenes Mérida era un símbolo de una etapa de crecimiento y propiedad después de unos años oscuros».

Por eso, las autoras del informe lamentan la solución escogida por los promotores del actual Hotel Málaga Centro. «Estamos ante una intervención propia de una cultura en la que no existe la consideración del patrimonio cultural, en la que no se contempla la relación del hombre moderno, del sujeto, con el medio desde el arraigo cultural», reza el estudio.

Arjones y Candau comparan la intervención con la realizada en otros antiguos almacenes: Félix Sáenz. Y se preguntan por qué en el segundo caso se ha mantenido la fachada y en el primero se ha colocado esa «máscara» de cristal que ahora cubre el edificio. Para las expertas, la causa quizá esté en que el edificio de la calle Mármoles era 'moderno' en el sentido de que recordaba aquel desarrollismo de los años 60 que trajo muchos desmanes urbanísticos, pero también una vida mejor para el conjunto de la sociedad malagueña de la época.



PARADOR DE SAN RAFAEL

Sede de Turismo Andaluz

Una renovación sin respuesta en el entorno

Arjones y Candau comienzan el análisis destacando «el esfuerzo y la voluntad que ha significado la actuación por recuperar un edificio prácticamente irrecuperable». Las autoras consideran «muy interesante» la apertura posterior del inmueble para crear una solución arquitectónica que remite al urbanismo medieval y musulmán con edificios-calle. Sería el caso de las Bodegas El Pimpi, transitables entre las calles Granada y Alcazabilla. Pero, para las investigadoras, esa solución sólo es efectiva si el recinto tiene un uso «frecuente y activo», situación que no parece ser el caso de la sede de Turismo Andaluz.

Sea como fuere, la historiadora de arte y la arquitecta valoran «la alegría y frescura con que el proyecto se acomete», al tiempo que denuncian el escaso eco que la medida ha tenido en su entorno urbano: «Es lamentable que tras un esfuerzo importante de una administración para regenerar una zona, no exista un esfuerzo coordinado de la instancia municipal para acompañar y rentabilizar la inversión».



LIBRERÍA PROTEO

Integración de la muralla musulmana

Compromiso más allá de la rentabilidad


Hay que reconocer el mérito de los responsables de la Librería Proteo: el muro más amplio que tenían para vender volúmenes lo 'perdieron' para integrar en su negocio una torre de la muralla musulmana que rodeaba la ciudad en el siglo XI. «Nos encontramos con una actuación con cierto grado de ejemplaridad», admiten las autoras de 'Valores de cinco arquitecturas intervenidas en Málaga'.

«Su decisión es muy elogiable, porque han situado el valor patrimonial por encima del valor comercial», defiende Arjones, que aprovecha el ejemplo para reivindicar «lo útil y fácil» que puede resultar la aplicación práctica de la teoría de los valores de Riegl.

Candau incide en el acierto desigual de las distintas medidas que diseñadas para rehabilitar (o no) la antigua muralla musulmana: desde la recuperación acometida en los bajos del hotel Tribuna Malagueña hasta la opción de sacarla a la luz en medio de dos placas de hormigón. Y todo sin salir de la calle Carretería.

En el caso de Proteo, la arquitecta cree que la gente ha sabido captar el compromiso de la librería por la conservación del patrimonio histórico, hasta el punto de que su actuación también se presenta como ejemplo en la defensa de la cultura.

Por todo eso, las autoras concluyen que en el caso de esta librería «el proyecto ha incrementado valores existentes en lo tocante al valor de uso y sobre todo ha sacado a la luz uno que existía, pero no era visible». En definitiva, un ejemplo de rehabilitación del patrimonio histórico que llega desde la iniciativa privada.



CALLE POZOS DULCES, Nº 27

Reforma de una vivienda particular

Una recuperación por dentro y por fuera


En el número 27 de la calle Pozos Dulces, la ciudad ofrece una grata sorpresa: en medio de una de las zonas más degradadas del caso viejo, una vivienda ha querido responder a la decadencia que le rodea. Allí se acometió en 2005 una actuación «realmente elogiable, según Arjones. «Se trata de una intervención muy honesta en la que destaca sobre todo la recuperación de elementos como puertas, escaleras o ventanales», prosigue la historiadora del arte.

María Eugenia Candau añade que en la rehabilitación de la vivienda «el valor funcional ha prevalecido sobre el valor histórico e incluso sobre el valor estético». Asimismo, las autoras destacan la recuperación del patio interior que ha quedado «más claro, más cerrado e impecable».



CALLE HINESTROSA, Nº12

Rehabilitación integral de la casa

Las pinturas de la fachada salen a la luz


Otra actuación «realmente ejemplar» realizaron los propietarios del inmueble situado en el número 12 de la calle Hinestrosa. Lo primero que sorprende es la recuperación de las pinturas murales que enmarcan las puertas y ventanas exteriores.

Al final, las autoras concluyen: «Merece la pena señalar la importancia del trabajo, de la dedicación y el esfuerzo para una obra unifamiliar y de dimensiones, relativamente, reducidas. Lo que significa una gran lección desde el punto de vista profesional».

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