Murallas almorávides, reliquias del siglo XII (Sevilla)

Las murallas de la Macarena se salvaron por no prosperar una propuesta municipal para derribarlas en 1931, y las del Valle por estar semiocultas en los Jardines del Colegio del Valle desde el siglo XV. Siempre abandonadas


LAS actuaciones de restauración e investigación sobre el trazado de la cerca árabe, realizadas por la Gerencia de Urbanismo de Sevilla, abarcan más de cuarenta sectores en el casco antiguo de la ciudad. Debemos recordar, que en 1931, el Cabildo municipal rechazó una moción proponiendo "la demolición inmediata de las murallas de la Macarena", presentada por el capitular Ildefonso Cuesta González (Coalición Republicana Socialista-Partido Republicano Radical), el día 14 de agosto del citado año. (Fuente: José Santotoribio Sumariba, Sevilla en la vida municipal, 1920-1991, GB Editorial, 1994).

Las fotografías que incluimos en esta doble página informan del penoso estado de abandono en que se encontraba las murallas de la Macarena hasta los primeros años ochenta del pasado siglo XX. En algunos sectores, la ruina era completa, resultados de décadas de abandono y desprecio de la historia. El Ayuntamiento de Sevilla dedicó 85.770.728 pesetas, desde diciembre de 1984 hasta marzo de 1988, para la restauración y consolidación de la cerca, recuperando para el patrimonio ciudadano un monumento que ya estaba en fase terminal. La bella realidad actual, pese a algunos efectos del vandalismo juvenil, nos muestran la muralla almorávide y la barbacana almohade en perfecto estado, así como unos alrededores de zonas verdes preciosos. Repetimos que resultaba penoso ver cómo las autoridades no prestaban la menor atención a la conservación de la muralla, ni siquiera a la limpieza de sus alrededores. De manera que, durante años, la muralla fue lugar para las basuras, los escombros y todo tipo de utensilios desechados, pese a las continuas denuncias de los vecinos recogidas por los medios de comunicación.

Como complemento, informamos de la bibliografía básica y de síntesis sobre la Sevilla árabe, con atención especial a las murallas y puertas antiguas. Por orden cronológico, las primeras obras fundamentales disponibles, son las siguientes: El espacio urbano de la Sevilla árabe (1986), de Rafael Valencia Rodríguez; Sevilla musulmana hasta la caída del Califato (1988), también de Rafael Valencia Rodríguez; La Arquitectura militar y palatina en la Sevilla musulmana (1991), de Magdalena Valor Piechotta; y El último siglo de la Sevilla islámica, 1147-1248 (1995), de varios autores. En 1986, publicó Juan M. Campos Carrasco, su libro básico Excavaciones arqueológicas en la ciudad de Sevilla, dedicado al origen prerromano y la Hispalis Romana.

Conviene recordar que las murallas fueron tenidas por romanas hasta fecha reciente. El profesor Juan de Mata Carriazo y Arroquia publicó en Archivo Hispalense (1951, números 48-49), un artículo esclarecedor basado en las investigaciones de su maestro el profesor Manuel Gómez Moreno, quien afirmó en 1932 el origen almohade de la última cerca sevillana.

Puede afirmarse que durante el siglo XIX el abandono de las murallas fue extensivo a todas las Corporaciones municipales y académicas, siguiendo actitudes de centurias anteriores, salvo durante la Sevilla del Imperio (Siglos XVI y XVII), cuando se restauraron casi todas las Puertas de la Ciudad y adecentaron algunas zonas amuralladas. Las restauraciones del Renacimiento fueron a costa de perderse las raíces árabes.