Los propietarios ceden al Consistorio el solar donde se hallaron restos arqueológicos (Barbastro)

Se quiere adaptar la zona para visitas culturales



BARBASTRO.- La empresa propietaria ha realizado una donación gratuita al Ayuntamiento de Barbastro de los terrenos situados en la calle Cerler donde aparecieron restos arqueológicos, en abril de 2006, durante las excavaciones realizadas por Julia Justes, cuyos resultados avalan la gran importancia del conjunto. Destacan, por su interés, fragmentos de cerámica de la época romana que se consideran los más antiguos localizados en Barbastro, restos de fuertes muros y pozos de origen musulmán que constatan la existencia de un antiguo arrabal.

Dos años después de realizar las excavaciones en este espacio, destinado a la construcción de viviendas, la empresa propietaria ha cedido los terrenos al Ayuntamiento que tiene interés en realizar “alguna actuación concreta para adaptar el lugar como espacio para visitas culturales”, según informa Luis Sánchez, presidente de la Comisión de Urbanismo.

De momento, no hay consignación económica y mientras se gestionan las posibilidades de conseguir medios, se protegerá el espacio para evitar más deterioro del que ya sufre por los efectos del abandono al estar a la intemperie. Las lluvias han descarnado las paredes laterales y se ven restos de enterramientos que llaman la atención de los vecinos.

Los planteamientos municipales se concretan en la protección adecuada para que se pueda visitar. “Las lluvias han sido perjudiciales y se realizará una limpieza de las malezas que han crecido en la zona”. Sánchez prefiere no fijar plazos, “los presupuestos de las administraciones públicas ya están hechos y es difícil conseguir partidas durante este año”. Los bienes de interés arqueológico están protegidos por la Ley 3/1999 pero el espacio está sumido en el olvido más absoluto a pesar de que tuvo consideración de “gran hallazgo”.

En este espacio apareció el muro de cierre norte de la antigua iglesia de San Juan (siglos XVII y XVIII) en casi toda su longitud, con doble hilada de sillares de 1’50 metros de anchura que delimitan los muros perimetrales, contrafuertes y suelo de baldosa. Una necrópolis con varios enterramientos peculiares, entre ellos un clérigo afectado de artritis, una mujer con un collar de quince perlas de azabache, restos de niños en el interior del recinto de la iglesia y un caballero en posición yacente con su espada del siglo XVI.

Los restos musulmanes localizados en muros y en el pozo basurero del siglo XI aportaron datos informativos muy importantes, entre ellos una pieza de médico, cerámica de los siglos X-XI, tazas, piezas vidriadas, vasijas y sillería muy bien trabajada. Las excavaciones muestran el nivel más antiguo de las realizadas en Barbastro y en conjunto, confirman la documentación de origen medieval y la existencia de un barrio musulmán y el arrabal donde se construyó después un edificio religioso cristiano. Desde el Ayuntamiento se planteará la posibilidad de una ruta de itinerario histórico desde la Plaza de San Francisco, en la que se incluirían el propio templo, el Moliné, tres fuentes (San Francisco, Azud y Vivero), el espacio arqueológico de San Juan, el Pozo de hielo de La Barbacana y barrio del Entremuro, desde el que hay acceso a rutas en el casco antiguo que incluirían la Catedral y sus alrededores.