Un viaje en el tiempo a Ál-Andalus

La Alcazaba, el castillo de Gibralfaro y un sinfín de vocablos. La herencia de la dominación árabe es inmensa. Una muestra recorre en Nerja siete siglos de la historia de España

ACEQUIA, alcazaba, alcázar, Axarquía, almendra...El vocabulario, el paisaje, la gastronomía y las tradiciones de hoy día están repletas de influencias árabes. No en vano, durante más de setecientos años, España estuvo bajo dominación musulmana. El llamado reino de Al-Andalus llegó a comprender la práctica totalidad de la península, hasta que en 1492, los Reyes Católicos conquistaron el último reducto, el reino de Granada. Su influencia en los siglos posteriores ha sido determinante. Para conocer un poco mejor este amplio periodo de la historia de España, una exposición recreará hasta finales de este mes en Nerja los modos de vida de los árabes, sus castillos, viviendas y técnicas militares.

«Como en todas las épocas de la historia, Al-Andalus estuvo marcada por periodos de paz que se alternaron con temporadas de guerra», apuntó ayer el comisario de la muestra -que se exhibe desde ayer y hasta el próximo 29 de abril en la Sala Mercado-, Oriol Granados. La exposición organizada por la obra social de la Fundación La Caixa presenta, a través de cinco apartados, escenografías realistas, maquetas, reproducciones científicas de obras de arte y otros objetos, que muestran cómo eran los métodos constructivos, su valor estratégico y militar, sus armas, su cultura y su vida cotidiana.

Bajo el título 'Los castillo de Al-Andalus', la exposición invita al visitante a introducirse en un viaje en el tiempo hasta una de las épocas de mayor esplendor cultural en España. «Los soberanos impulsaron la copia de manuscritos y la traducción de textos del latín y del griego», detalló Granados, mientras señalaba una mesa en la que se han reproducido ejemplares de obras de la época. «Los filósofos como el cordobés Averroes, o los geógrafos Al-Idrisi o Al-Istari gozaron de gran prestigio», comentó el comisario, quien destacó el papel de las mujeres en la explosión cultural que vivió Al-Andalus durante el periodo de los llamados reinos de taifas, a partir del siglo XI.

Doble función del baño

«La rivalidad entre los reinos impulsó la creación de escuelas y bibliotecas, que también llegaron a los harenes», detalló Granados. En esta época despuntaron algunas poetisas que consiguieron romper el anonimato, como la princesa Wallada (de Sevilla), Amm Al Kiram (hija del rey de Almería) o la esclava Al -Abbadiya (que fue un regalo del príncipe de Denia al soberano de Sevilla). Entre las ocupaciones de las mujeres figuraban la lectura, la música, los juegos de mesa, el aseo y las visitas.

En la muestra se recrean los dos espacios fundamentales en los que se dividía la vida en los castillos árabes: la zona del soberano y la corte y la del harén o santuario. En el primero de estos se ha reproducido a tamaño real una pila de abluciones. A su lado, el Corán, que ordena a los creyentes que antes de iniciar la oración deben lavarse el rostro, los brazos hasta el codo, los pies hasta el tobillo y pasarse agua por la cabeza. «El baño cumple una doble función, de limpieza corporal y de ritual de pureza», matizó Granados.

Aunque, sin duda, una de las partes más espectaculares de la exposición es la dedicada a la guerra. Así, pueden verse reproducciones de lanzas, gumias, estandartes, espadas, escudos, arcos y flechas, junto a maquetas de los castillos. En otra apartado, se explican las estrategias de defensa de las fortalezas, entre las que destacan la inundación de los campos para ralentizar o detener el avance de la caballería enemiga en las zonas de regadío o cómo se conseguía la rendición de un castillo privando a sus habitantes de agua a partir del vaciado de sus pozos.

La muestra llega por primera vez a la provincia después de haber recorrido distintos puntos de la geografía andaluza y española. Está previsto que el próximo verano visite Marbella, después de pasar por Almendralejo, en Badajoz, el próximo mes.