Patrimonio histórico al descubierto en Baleares

26/3/08 .- www.diariodeibiza.es

El municipio de Sant Joan tiene cinco conjuntos históricos declarados Bien de Interés Cultural (BIC), así como seis torres de defensa y una zona arqueológica (es Culleram) con la misma catalogación. El primer apartado se refiere a las iglesias rurales de Sant Joan, Sant Miquel, Sant Vicent y Sant Llorenç y al poblado de Balàfia, mientras que las torres son las de Portinatx, Balansat o des Molar, Can Pere de na Bet, Can Pere Mosson y es Verger. El Catálogo de Protección del Patrimonio Histórico de Sant Joan está expuesto al público al objeto de recibir alegaciones.

El nuevo `Catálogo de Protección del Patrimonio Histórico del Municipio de Sant Joan de Labritja´ está cumpliendo actualmente su fase de exposición al público. Una vez aprobado definitivamente se incorporará a la nueva ordenación urbanística del municipio.

El trabajo ha sido realizado porla empresa Duna Balear, la misma que ha recibido también encargos similares para los municipios de Sant Antoni, Santa Eulària y Sant Josep, este último también ultimado e incluido en el informe ambiental sobre el nuevo planeamiento. Todos estos municipios trabajan en la adaptación de su normativa urbanística al Plan Territorial Insular (PTI). Es este instrumento el que establece la obligatoriedad de cada ayuntamiento de Balears de catalogar su patrimonio histórico.

El catálogo del patrimonio viene a recopilar la información disponible sobre todos y cada uno de los elementos existentes en el municipio que revelen un interés histórico, artístico, arquitectónico, arqueológico, industrial, antropológico, bibliográfico, documental, social, científico y técnico. Por una parte se reflejan los archivos oficiales en los que pueda constar cada elemento y por otra, la situación en la que se encuentra en la actualidad.

A partir de las fuentes disponibles (archivo militar, catálogo de casas payesas del Consell, entre otras) se relacionan los bienes catalogados, los protegidos o los que están en trámite de protección. Cada uno de ellos se ficha, se localiza sobre mapa, se fotografía, y, en algunos casos, se reflejan en las fichas las posibles propuestas sobre cada elemento, con vistas al planeamiento. Así, para proteger un monumento, se puede recomendar un tipo determinado de construcción en sus inmediaciones.

Al hablar de posibles formas de protección se establecen tres categorías. La primera (A) corresponde a Bienes de Interés Cultural (BIC), que merecen el más alto grado de protección. En Sant Joan están declarados como tal los cinco conjuntos históricos del municipio (Sant Joan, Sant Miquel, Sant Vicent, Sant Llorenç y el poblado de Balàfia), así como seis torres de defensa y el conjunto arqueológico de es Culleram.

Gran riqueza arqueológica

La segunda categoría (B) es para Bienes Catalogados, es decir, aquellos que no tienen relevancia para ser declarados BIC, pero muestran suficiente entidad y valor para constituir un bien patrimonial. En Sant Joan sólo existe un elemento de estas características, la Font de ses Torres o des Rojal. Se propone la misma protección para algunos pozos y fuentes, casas payesas y molinos harineros y aguadores.

La tercera categoría (C) sería para elementos con menor relevancia, pero dignos de protección y se sugiere para algunas casas payesas.
El catálogo revela una gran riqueza del municipio de Sant Joan en materia de yacimientos arqueológicos, entresacados de las Cartas Arqueológicas publicadas en 1991 por el Consell Insular. Existen restos fenicios, romanos, musulmanes y medievales en diversas zonas del municipio, de forma que se registran ocho en Sant Miquel, 15 en Sant Joan, 18 en Sant Vicent y 11 en Sant Llorenç.

Los molinos harineros y aguadores son otro tipo de elementos patrimoniales que incluye el catálogo. De los primeros se reflejan siete en Sant Miquel, tres en Sant Llorenç y uno en Sant Vicent.

El catálogo incluye 57 pozos y fuentes, aparecidas en el inventario que realizó para el Consell en 2005 José Serra Rodríguez, y 369 casas payesas, del catálogo de Antoni Ferrer Abárzuza (1996), ampliado posteriormente por el Arxiu de Cultura Popular. Un total de 54 aparecen en el catálogo con una recomendación específica de protección.

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