El patrimonio arqueológico peligra

8/3/08 .- http://www.lasprovincias.es

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Los arqueólogos premiados por el Institut d'Estudis Comarcals de l'Horta Sud advierten de que el desinterés de muchos Ayuntamientos puede hacer perder yacimientos

El equipo de arqueólogos premiado por el Institut d'Estudis Comarcals de l'Horta Sud por su investigación sobre esta zona ha advertido del serio riesgo en el que se encuentra el patrimonio arqueológico en varias poblaciones. Algunos vestigios del pasado ya se han perdido para siempre y otros están tan amenazados que si no se actúa correrán la misma suerte.

Adrià Pitarch Tarramera, Llorenç Alapont Martín y Rafael Martínez-Porral son los autores del estudio, el cual será desarrollado en los próximos meses. La entrega del premio tendrá lugar en el Sopar Comarcal que el Institut d'Estudis celebrará en abril en Silla.

Estos arqueólogos han proyectado una carta arqueológica de l'Horta Sud para dar a conocer su patrimonio y documentarlo, así como poderlo proteger dando a conocer su estado y necesidades, y ponerlo en valor de forma que la gente pueda disfrutarlo por medio de rutas arqueológicas y visitas guiadas.

"La mayoría de estos yacimientos son desconocidos para buena parte de los ciudadanos y hay que tener cuidado con los que no están protegidos para evitar la presencia de furtivos o expoliadores. Hasta hace cinco o seis años se ha expoliado mucho", advierten los arqueólogos.

Tal y como explican, l'Horta Sud ha sido muy urbanizada y transformada, lo que ha comportado que "se hayan destruido yacimientos increíbles porque no hay una conciencia y un aprecio por el patrimonio como símbolo de cultura, desarrollo social e identidad de los propios pueblos", advierten.

"La mayoría de municipios de l'Horta Sud no contemplan en sus planes de ordenación urbana los yacimientos arqueológicos y las zonas con probabilidad de tener restos", apuntan.

Estos estudiosos ponen como ejemplo de grave destrucción la pérdida total de la torre islámica de Alcàsser (siglos XI-XII) en los años 30. La misma se encontraba dentro de la red defensiva de entonces en l'Horta Sud.

"Han pasado muchos años y todavía hay yacimientos en peligro, como la torre Espioca de Picassent (siglos XI-XII), que es bien de interés cultural y se encuentra abandonada a su suerte. Es de propiedad privada, pero el Ayuntamiento no ha hecho ningún esfuerzo en comprarla ni los propietarios en evitar su deterioro", afirma el equipo.

Los investigadores premiados aseguran que el caso de la torre Espioca se puede extrapolar a Albal, donde la torre islámica, también bien de interés cultural, no tiene ningún plan de protección como especifica la ley.

La mayoría de poblaciones de l'Horta Sud tienen yacimientos de época romana, pues hay que recordar que estaba atravesada por la Vía Augusta, y también restos medievales, tanto islámicos como cristianos. Muchas nacieron a partir de alquerías islámicas. Poblaciones como Silla, Catarroja, Alcàsser o Picassent "tienen yacimientos enteros que están esperando que un día salgan a la luz. Lo ideal sería que esto estuviese ya planificado". De estas épocas cabe recordar también la presencia de villas rústicas romanas imperiales en Torrent y su torre islámica.


Convenios con promotores

A la hora de las soluciones cuando aparecen restos en una actuación urbanística apuntan a posibles convenios de colaboración entre promotores y Ayuntamientos. Así, si los hallazgos fueran valiosos se podría comprar o compensar a aquellos para que no se vean perjudicados.

Consistorios como Albal han aprobado sus planes generales "mucho después de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano de 1998 y no han incluido ninguna zona de protección arqueológica teniendo un bien de interés cultural como la torre islámica. Silla, Catarroja y Alcàsser han cambiado últimamente esta tendencia y están comenzando a proteger su patrimonio".

Poblaciones como Picassent tienen yacimientos de época ibérica, "el problema es que no se ha estudiado, ni excavado, ni catalogado. Hay desinterés por parte de los Ayuntamientos", afirman.

Los especialistas premiados aseguran que el patrimonio arqueológico de l'Horta Sud "está especialmente en peligro, más que en otras comarcas con menor desarrollo. El crecimiento urbano, los nuevos PAI, no deben significar la destrucción de un patrimonio que es de todos".

Remarcan que es "un patrimonio que está totalmente desprotegido y se podría poner en museos que atraerían turismo. Hay poblaciones en que el patrimonio no se ve como una oportunidad compatible con el desarrollo urbanístico y social sino como un problema".

Ponen otro ejemplo. En Catarroja se sabe que existen restos arqueológicos, al menos, de dos villas romanas y de la antigua alquería islámica. "Y todavía no se ha elaborado un plan especial de protección. Mientras no se catalogue no se puede proteger, con lo que no se podrá evitar que una actuación urbanística lo destruya", añaden.

Más casos. En Albal, la ermita, la torre islámica, la antigua alquería y el centro histórico no tienen ningún tipo de protección "y se están haciendo obras todos los días". Hace dos años se encontró un cráneo, se entregó a la Guardia Civil, "y no se sabe dónde está".

Massanassa sigue la misma línea. No hay ningún estudio del patrimonio arqueológico, "sabiendo que hay una alquería islámica. No se sabe dónde, pero debe estar y esto no se ha investigado".

En Benetússer se han hecho excavaciones "pero no se ha delimitado la zona de protección para los restos de época medieval".

Y por lo que respecta a Picassent, "hace un año, bajo la antigua cooperativa, se encontró un aljibe y al no haber ninguna protección se hizo la obra. Está allí, pero sin estudio arqueológico".

El equipo propone que debido a la gran cantidad y calidad de los restos se requiera la presencia de un técnico municipal. "Por sí solos, Albal, Beniparrell o Alcàsser pueden no precisar un arqueólogo municipal, pero el patrimonio de las tres poblaciones sí que requiere la figura del mismo", añaden.

"Igual que hay técnicos en medio ambiente o desarrollo local ¿por qué no en patrimonio arqueológico? ¿por qué no hay un técnico en arqueología o conservador de museos o colecciones museográficas en las torres de Silla y Albal? Es una cuestión de madurez cultural", concluyen.

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