Los hallazgos en la Casa del Gobernador muestran la Rusadir desde el siglo VII a.C. (Ceuta)

Las excavaciones en la Casa del Gobernador han demostrado que Melilla existió como la Rusadir fenicia desde el siglo VII a.C., al haber sido halladas en su patio unas 250 piezas de cerámica de esa época por parte del Instituto de Cultura Mediterránea (ICM), cuyo grupo está encargado de las excavaciones.
El director de los trabajos, Manuel Aragón, expresó su satisfacción por el hallazgo de estas cerámicas fenicias datadas de finales del siglo VII a.C., lo que sitúa cinco siglos atrás de lo pensado –el siglo III a.C.– el nacimiento de la ciudad Rusadir.

Entre los restos encontrados, hay trozos de ánforas o asas, comunes en todo el Mediterráneo occidental, según explicó. “En la arqueología, es la noticia más importante de este año, porque hasta ahora no conocíamos esa Rusadir fenicia”, dijo Aragón. El experto admitió que el patrón de asentamiento, sobre el promontorio de Melilla la Vieja, parecía típicamente fenicio, pero adujo que, hasta ahora, no se había podido demostrar. “Gracias al ICM, hemos podido tener por primera vez ante nosotros estas pruebas”, añadió.

“Nunca teníamos los restos, pero siempre se había dicho Rusadir fenicia, porque este término significa ‘cabo imponente’, que seguramente hacía referencia al cabo Tres Forcas”, explicó Aragón, quien no descartó que el nacimiento de la ciudad pudiera ser anterior a finales del siglo VII a.C. “Sabemos que hasta el siglo I a.C., Rusadir existió”, dijo el arqueólogo, quien comentó que alguna razón desconocida hasta el momento –“seguramente la conquista de los romanos de la Mauritania”– tuvo que afectar a las ciudades del norte del continente africano.

Duda, cuándo muere Rusadir

La “gran duda” que ahora asalta a los arqueólogos, una vez resuelto cuándo nace Rusadir, es cuándo muere, dijo Aragón, quien, al respecto, apuntó que se sabe que las viviendas de la Casa del Gobernador, a finales del siglo I a.C. y a principios del siglo I, se abandonan, cuando desde el siglo VII a.C. tenían vida, pero no se sabe por qué.

La conquista romana se produjo en torno al año 40, algunas ciudades quedaron arrasadas y en otras se trajo a población de otros lados, según se explayó el historiador, quien puso el ejemplo de Tánger a Algeciras. Así, existe la posibilidad de que Rusadir se destruyera o se abandonara, porque no hay restos romanos en Melilla, salvo algunas cerámicas que proceden de la Hispania. “Lo que hicieron los romanos en el norte del África fue establecer una especie de protectorado, porque no estaban interesados en conquistar directamente la zona, ya que tenían bastante con la península”, dijo el integrante del Instituto de Cultura Mediterránea.

El misterio de Malila

Lo que sí se sabe es que “resucitó” en el siglo VIII como Malila, lo que hace pensar que desde el siglo I al VIII “hay un parón, porque no hay restos”. Aunque en este caso también es un origen un tanto desconocido, “hay fuentes que hablan de un determinado general que necesitaba un sitio y renace Rusadir con el nombre de Malila”, apostilló.

De esa época, sin embargo, Aragón reconoció que se sabe “muy poquito”, más allá de las huellas del Cerro del Cubo, las anteriores actuaciones en el Parque Lobera, pero sólo de cerámicas y nada de viviendas. “Tampoco sabemos hasta cuándo perduró, porque se supone que, cuando llega Estopiñán, esto estaba destruido o abandonado”, relató el arqueólogo, para quien la pregunta es “qué pasó en ese período medieval”, que definió como “la época oscura”.

Acerca de si Rusadir es o no la ciudad más antigua del Mediterráneo occidental, Aragón recordó que algunas fuentes sitúan la fundación de Cádiz en el año 1104 a.C., pero realmente no se refieren a la actual Cádiz, sino al yacimiento fenicio del poblado de Doña Blanca. También en la provincia de Málaga, junto a la Sierra de Guadalhorce –del siglo VIII o VII a.C.– hay otro caso de un lugar que ya se ha abandonado. “Hay yacimientos en los que se ocupan esos lugares, se abandonan y años después los arqueólogos excavan; son sitios donde ya no hay una ciudad”, según subrayó Aragón. En fin, que, aunque haya yacimientos fenicios, “no hay vida sobre ellos”, dijo.

Sin embargo, el experto matizó que se dice que Melilla se considera la ciudad más antigua del Mediterráneo de las que existen actualmente, porque estaba ocupada en el siglo VII a.C. y ahora también. “Ésa es la grandeza de Melilla: a pesar de que se han superpuesto diferentes épocas, sigue aquí”, concluyó.
Aragón dio las gracias al presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, y a la consejera de Cultura y Festejos, Simi Chocrón –quienes acudieron a presentar los últimos logros de las excavaciones–, porque “llevan 10 años ayudando en la invetigación arqueológica en la ciudad”. Al respecto, el director de las excavaciones abogó por seguir apoyando a estos grupos melillenses, “porque gracias a estos estudios se está reescribiendo la Historia”, como lo demuestra el hecho de que, “por fin”, podemos hablar de una Rusaddir fenicia. “Hoy nos podemos sentir un poco más ‘rusaditanos’ quizá”, declaró Aragón.

Estas excavaciones comenzaron en el año 2000 y, con el apoyo de la Consejería de Cultura, han pasado por ellas varios arqueólogos. Después continuaron las investigaciones de laboratorio con los materiales hallados, igual que se han realizado en otras zonas, como las Islas Chafarinas. En cuanto a la posibilidad de seguir excavando en la zona, Aragón manifestó solamente que “es una opción que se tendrá que estudiar”.

Imbroda: “Melilla es una de las ciudades más antiguas del occidente del Mediterráneo”

El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, declaró, durante su visita a las excavaciones en la Casa del Gobernador, haber recibido la “gratísima noticia de que Melilla es una de las ciudades más antiguas del Mediterráneo occidental”. El presidente resaltó que los recientes descubrimientos suponen retrotraerse “casi cinco siglos atrás”, porque “se ha datado que aquí estuvieron los fenicios con una gran factoría”. Por lo tanto, “la Rusadir fenicia ha tomado cuerpo evidente y el mundo de la cultura y Melilla en general está satisfecha, porque somos mucho más viejos de lo que esperábamos”, dijo Imbroda. Así pues, en opinión del máximo dirigente local, Melilla es una ciudad con “antigüedad suficiente, milenaria”. Por este descubrimiento, el presidente felicitó a los integrantes del Instituto de Cultura Mediterránea (ICM) merced a las excavaciones en la Casa del Gobernador, que constituyen, en su opinión, “la prueba más evidente de un trabajo concienzudo hecho por gente preparada”, que supone “una de las noticias del año”, porque saber la ancianidad del terreno que pisamos es “muy interesante”. A partir de ahora, tras “reescribir la Historia”, existe, en palabras de Imbroda, otro “argumento de peso como ciudad que se proyecta al mundo”. Por último, el presidente no vaciló en confirmar que el Gobierno local seguirá apoyando a los grupos de investigación para que se siga profundizando en el conocimiento de las muestras que prueban este hallazgo. Igualmente, la consejera de Cultura y Festejos, Simi Chocrón, estuvo de acuerdo con el presidente de la Ciudad en que se trata, sin duda, de “una gran noticia para la ciudad de Melilla y para su Historia”, ya que este acontecimiento permite darse cuenta de los 2.600 años de vida que ha tenido el lugar en sus múltiples denominaciones. De la misma manera que el presidente, además, ratificó que seguirán ayudando a los encargados para bajar más de los cuatro metros de profundidad de las excavaciones actuales, con lo cual espera “poder dar más gratas noticias para la Historia de la ciudad”.