Isabel Torrente «La Foncalada es una maravilla y un misterio»

1/3/08 .- http://www.elcomerciodigital.com

Isabel Torrente, profesora de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo
«La Foncalada es una maravilla y un misterio»
«La reproducción del castro de Llagú forma parte de la cultura del espectáculo, lo que no tenían que haber hecho es destruirlo»


El Oviedo de la niñez de Isabel Torrente era «lluvioso y oscuro». Daba, según recuerda, hasta miedo. Vestida de colegiala, solía comprar bocadillos de calamares en El Gato Negro, y «no a todas horas me atrevía a ir por allí». Ahora, la profesora de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo elogia el cambio dado por la ciudad, la cual «disfruto más que sufro». Torrente participó en un estudio que sirvió de base a Fernando Nanclares y Antón Capitel para la elaboración del Plan del Prerrománico.

-Nanclares y Capitel han propuesto crear un observatorio del Prerrománico y abogan por su conservación. ¿Hace falta?

-El Prerrománico tiene que tener más relevancia. Deben buscarse procedimientos para que sea conservado y bien entendido.

-En 2005, el Principado financió la restauración de Santa María del Naranco y después la de San Miguel de Lillo.

-Santa María del Naranco estaba en un estado deplorable, creciendo hierbas entre las piedras. Eso mejoró.

-Hubo mucha polémica con el ara. Si quitarla o no.

-En esta región hay muchas discusiones bizantinas. Hay que buscar el criterio más racional. Realmente, un ara allí no hace nada, porque eso es un palacio. Puesto que el ara original ya está a buen recaudo, hay que hacer como dice el refrán: 'agua que no es de beber, déjala correr'.

-¿Qué le dice la Foncalada?

-Es otro misterio. Foncalada es una maravilla y merece más resalte. No sé si está bien vigilada y habría que hacer un estudio arquiométrico de los muros. Aún queda por interpretar mucho para saber qué era. Pudo ser una fuente normal o quizá no. El plan para descubrir entero el yacimiento es muy loable. Los arqueólogos tienen trabajo.

-¿La cultura castreña se empobreció con el desmantelamiento de Llagú?

-Eso fue una vergüenza. Yo formé parte de una plataforma que intentó impedir lo que sucedió.

-¿Está de acuerdo con su reproducción?

-Esto es la cultura del espectáculo. Lo que no tenían que haber hecho es destruirlo. Los intereses económicos hay que compatibilizarlos con los culturales. Era un referente muy importante de la cultura castreña.

-Acaban de nacer dos plataformas, una de ellas para proteger la fábrica de armas.

-Hay elementos artísticos que son necesarios conservar. Existe una iglesia románica, la de Santa María la Vega, que era del monasterio, y hay algunos paños barrocos en el claustro. También guarda una historia un poco oscura. Hubo una irregularidad jurídica cuando la congregación fue expropiada para poner en esos terrenos la fábrica de armas. Las monjas tuvieron que irse a vivir a San Pelayo.

-La galería comercial del palacio diseñado por Calatrava está a punto de abrir sus puertas. Es un edificio vanguardista, ¿le gusta?

-Cuando hay lucha política en el urbanismo, ya no me interesa. El pasado y presente puede convivir, pero hay que generar una buena convivencia. El palacio de Santiago de Calatrava me lo imagino más en el espacio que dejó el muro de Berlín. El palacio de congresos en Buenavista está muy asfixiado.

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