El MNAC desvela el otro románico
29/2/08 .- http://www.lavanguardia.es
Una exposición evidencia las conexiones en el Mediterráneo occidental del siglo XII
El MNAC posee una colección de arte románico verdaderamente espléndida, con unos conjuntos de pintura mural que han hecho del museo catalán un lugar único en el mundo. Y es desde esa posición privilegiada que ahora quiere ofrecer "una visión renovada del románico, que no tiene que ver con el de las iglesias del Pirineo, sino con un arte monumental que no ha perdido el contacto con el mundo antiguo y, desde luego, mucho más luminoso y vivo de lo que se nos ha hecho creer", explica Manuel Castiñeiras, conservador de arte románico en el MNAC y comisario junto a Jordi Camps de El romànic i la Mediterrània.Catalunya, Toulouse i Pisa (1120-1180),una exposición que abre sus puertas mañana y que, además de reunir piezas clave del patrimonio catalán actualmente desperdigadas por museos de todo el mundo, pone el acento en la modernidad y el afán renovador de una época en la que se crea en Europa un nuevo paisaje monumental. A continuación, se detallan algunas claves de lectura de la muestra.
El viaje del judío Benjamín. La exposición reúne 120 piezas, de las que únicamente 12 pertenecen al MNAC. Su ámbito territorial es el Mediterráneo occidental, con Catalunya, Toulouse y Pisa como centros artísticos puntales, entre los que se produjeron numerosos intercambios y una corriente de comunicación fluida. Ilustrando esa itinerancia de artistas y talleres, el montaje resigue las huellas del judío Benjamín de Tudela, personaje que, entre 1159 y 1167, realizó, por tierra y mar, un viaje desde Navarra hasta Pisa.
Románico viene de Roma. "El arte románico bebe de Roma, de su arquitectura y de su escultura. Eso, que parece un tópico, a veces se olvida". Los comisarios ponen Pisa como ejemplo, la poderosa república marinera que en el siglo XII acomete la construcción de la famosa catedral de la torre inclinada. "La deuda es especialmente evidente en la ciudad toscana, porque toda ella es como un museo de restos procedentes del mundo romano, los tenían a la vista y se inspiraron en ellos en su deseo de alcanzar el prestigio de la antigua Roma. La exposición muestra cómo incluso llegaron a reaprovechar antiguos mármoles, al tiempo que confronta frisos, capiteles o sarcófagos paleocristianos con obras románicas de asombroso parecido.
¿Pero quién fue el Mestre de Cabestany? En cuanto a nombres propios, uno de los protagonistas de la muestra es el hiperactivo Mestre de Cabestany, escultor del que por no saberse no se sabe ni siquiera si llegó a existir realmente, pero cuyo estilo puede rastrearse desde el norte de Catalunya a la Toscana. ¿Su obra más ambiciosa? La portada de Sant Pere de Rodes (magnífica la cabeza de Sant Pere, hoy en el castillo de Peralada), responden los comisarios. Pero si de algo se sienten orgullosos Castiñeiras y Camps es de haber reunido por primera vez el Tímpano de Cabestany y el Fuste de San Giovanni in Sugana,del Museo San Casciano Val di Pesa, algunas de cuyas figuras parecen en verdad un puro calco.
Una muestra de peso. El romànic i la Mediterrània.Catalunya, Toulouse i Pisa (1120-1180) es la primera gran exposición de arte románico que se ve en Barcelona después de la auspiciada por el Consejo de Europa en 1961, y seguramente tardará en repetirse otra de esta envergadura. Por su elevado coste - supera el millón y medio de euros-, pero sobre todo por la dificultad de que los museos den el visto bueno a los préstamos - ha jugado a su favor el prestigio del MNAC- y el propio traslado de las piezas, frágiles y tremendamente pesadas a la vez. "La exposición está pensada para el gran público, pero hay piezas de primerísima categoría de cuya cercanía también podrán disfrutar, y mucho, los expertos", auguran los comisarios.
Grandes momentos. Uno de los momentos estelares del recorrido es el reencuentro de tres relieves de la catedral de Vic, recién llegados del Musée des Beaux-Arts de Lyon, el Nelson-Atkins Museum de Kansas City y el Victoria and Albert Museum de Londres. Destaca asimismo la cruz pintada procedente de la iglesia del Santo Sepulcro de Pisa, de casi tres metros de alto, o la estatua-columna de Saint-Denis, procedente del Metropolitan.
El MNAC posee una colección de arte románico verdaderamente espléndida, con unos conjuntos de pintura mural que han hecho del museo catalán un lugar único en el mundo. Y es desde esa posición privilegiada que ahora quiere ofrecer "una visión renovada del románico, que no tiene que ver con el de las iglesias del Pirineo, sino con un arte monumental que no ha perdido el contacto con el mundo antiguo y, desde luego, mucho más luminoso y vivo de lo que se nos ha hecho creer", explica Manuel Castiñeiras, conservador de arte románico en el MNAC y comisario junto a Jordi Camps de El romànic i la Mediterrània.Catalunya, Toulouse i Pisa (1120-1180),una exposición que abre sus puertas mañana y que, además de reunir piezas clave del patrimonio catalán actualmente desperdigadas por museos de todo el mundo, pone el acento en la modernidad y el afán renovador de una época en la que se crea en Europa un nuevo paisaje monumental. A continuación, se detallan algunas claves de lectura de la muestra.
El viaje del judío Benjamín. La exposición reúne 120 piezas, de las que únicamente 12 pertenecen al MNAC. Su ámbito territorial es el Mediterráneo occidental, con Catalunya, Toulouse y Pisa como centros artísticos puntales, entre los que se produjeron numerosos intercambios y una corriente de comunicación fluida. Ilustrando esa itinerancia de artistas y talleres, el montaje resigue las huellas del judío Benjamín de Tudela, personaje que, entre 1159 y 1167, realizó, por tierra y mar, un viaje desde Navarra hasta Pisa.
Románico viene de Roma. "El arte románico bebe de Roma, de su arquitectura y de su escultura. Eso, que parece un tópico, a veces se olvida". Los comisarios ponen Pisa como ejemplo, la poderosa república marinera que en el siglo XII acomete la construcción de la famosa catedral de la torre inclinada. "La deuda es especialmente evidente en la ciudad toscana, porque toda ella es como un museo de restos procedentes del mundo romano, los tenían a la vista y se inspiraron en ellos en su deseo de alcanzar el prestigio de la antigua Roma. La exposición muestra cómo incluso llegaron a reaprovechar antiguos mármoles, al tiempo que confronta frisos, capiteles o sarcófagos paleocristianos con obras románicas de asombroso parecido.
¿Pero quién fue el Mestre de Cabestany? En cuanto a nombres propios, uno de los protagonistas de la muestra es el hiperactivo Mestre de Cabestany, escultor del que por no saberse no se sabe ni siquiera si llegó a existir realmente, pero cuyo estilo puede rastrearse desde el norte de Catalunya a la Toscana. ¿Su obra más ambiciosa? La portada de Sant Pere de Rodes (magnífica la cabeza de Sant Pere, hoy en el castillo de Peralada), responden los comisarios. Pero si de algo se sienten orgullosos Castiñeiras y Camps es de haber reunido por primera vez el Tímpano de Cabestany y el Fuste de San Giovanni in Sugana,del Museo San Casciano Val di Pesa, algunas de cuyas figuras parecen en verdad un puro calco.
Una muestra de peso. El romànic i la Mediterrània.Catalunya, Toulouse i Pisa (1120-1180) es la primera gran exposición de arte románico que se ve en Barcelona después de la auspiciada por el Consejo de Europa en 1961, y seguramente tardará en repetirse otra de esta envergadura. Por su elevado coste - supera el millón y medio de euros-, pero sobre todo por la dificultad de que los museos den el visto bueno a los préstamos - ha jugado a su favor el prestigio del MNAC- y el propio traslado de las piezas, frágiles y tremendamente pesadas a la vez. "La exposición está pensada para el gran público, pero hay piezas de primerísima categoría de cuya cercanía también podrán disfrutar, y mucho, los expertos", auguran los comisarios.
Grandes momentos. Uno de los momentos estelares del recorrido es el reencuentro de tres relieves de la catedral de Vic, recién llegados del Musée des Beaux-Arts de Lyon, el Nelson-Atkins Museum de Kansas City y el Victoria and Albert Museum de Londres. Destaca asimismo la cruz pintada procedente de la iglesia del Santo Sepulcro de Pisa, de casi tres metros de alto, o la estatua-columna de Saint-Denis, procedente del Metropolitan.
Noticias relacionadas
- Mapfre financiará la remodelación de las Salas del Románico del MNAC
- El MNAC abre el 2008 con una gran exposición sobre el románico
- El MNAC acoge la exposición de obras maestras del románico más importante en medio siglo en Cataluña
- María Jesús Rubiera, la arabista del 'otro' poeta de la Alhambra (Obituario)
- La lluvia tumba otro trozo de muro de la Alcazaba de Guadix (Granada)
Comenta la noticia desde Facebook
Comentarios
No hay comentarios.
