La huella del Medievo en Galicia

31/12/07 .- http://www.elcorreogallego.es

El director del Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento, Eduardo Pardo de Guevara, confirma la existencia de medio millar de ruinas de fortificaciones medievales

Un legado recogido ahora en un inventario documental y gráfico elaborado por historiadores de la institución


El director del Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento, Eduardo Pardo de Guevara, confirmó a EFE la existencia de más medio millar ruinas de fortificaciones medievales que han sido incluidas en un inventario documental y gráfico elaborado por historiadores de la institución.

Este proyecto de investigación comenzó con un vaciado exhaustivo de los archivos históricos, las fuentes documentales y los relatos de historia oral, necesarios para descubrir el lugar donde se situaban estas fortalezas medievales extendidas por las cuatro provincias gallegas.

Pardo de Guevara explicó a EFE que esta recopilación de datos sirvió para elaborar un censo de unas mil fortificaciones, de las cuales sólo han sido localizadas arqueológicamente alrededor de quinientas.

Según Carlos Andrés González Paz, uno de los historiadores que coordina este proyecto, para rastrear y localizar las fortalezas fueron fundamentales las descripciones de los testigos del pleito que, en el siglo XV, enfrentó a los arzobispos de Santiago monseñor Juan de Tavera y monseñor Alfonso de Fonseca.

Monseñor Tavera, al ser nombrado arzobispo de Santiago, denunció a su antecesor en el cargo, monseñor Alfonso de Fonseca, por el estado ruinoso en el que dejó gran parte de las propiedades y fortalezas de este señorío, de modo que muchos testigos fueron requeridos ante el tribunal para describir la situación de estas construcciones, un testimonio que ha llegado hasta el presente, según afirmó González en este sentido.

Sencillas atalayas

Las fortificaciones medievales gallegas no son "ni como el castillo de Walt Disney, ni como las grandes fortalezas castellanas", pues aunque existen casos de construcciones defensivas imponentes como el castillo de Monterrey, en Ourense, la mayor parte del reino de Galicia se defendía desde atalayas o torres muy numerosas, pero sencillas, según aclaró González Paz.

Viana do Bolo es uno de esos lugares donde aún quedan restos de una pequeña atalaya, a la que los vecinos del lugar solían encaramarse para vigilar quien entraba en la zona, construida, en parte, con materiales perecederos como la madera, cuyos vestigios han sobrevivido encajonados en el fondo de un valle, rodeado de montañas. Esta fortificación ha dejado una huella singular en la memoria colectiva, pues los de mayor edad reconocen la vieja atalaya como la piedra escrita, porque todavía puede distinguirse un tablero de alquerque de Alfonso X, un juego medieval similar al tres en raya, grabado sobre la roca, y es que "las guardias al atardecer debían ser muy aburridas", según explicó González Paz.

Las fortalezas medievales tienen un sentido defensivo hacia el exterior, como en caso de la Raia de Portugal, una línea fortificada desde "las tierras del Miño" hasta el castillo de Monterrey, servía para separar y vigilar las posibles incursiones desde el país vecino, añadió.

Aunque, en ocasiones, estas fortalezas también servían para refugiarse de las rebeliones internas, como es el caso del castillo de la Rocha Vella, una "fortificación impresionante, con unos tres kilómetros de muralla", situada a las afueras de Santiago.

La Rocha Vella o Forte, que está siendo excavada actualmente, era el lugar donde se refugiaban los arzobispos que gobernaban la ciudad cuando se "revolvían los compostelanos, bastante a menudo", aclara González.

LEVANTAMIENTO DE LOS COMPOSTELANOS

La Rocha Vella era el refugio de los arzobispos

Según indica el historiador Carlos Andrés González Paz, uno de los levantamientos de los compostelanos contra los arzobispos que gobernaban la ciudad tuvo lugar a principios del siglo XIV, cuando los habitantes de Compostela decidieron cerrar la muralla para evitar la entrada de monseñor Berenguer de Landoria, un dominico francés que había sido nombrado arzobispo de Santiago. La crónica de las gestas de Fray Berenguer de Landoria habla de una revuelta contra el arzobispo, "comandada por el infante don Felipe y por Alonso Suárez de Veza, una especie de mayordomo de los obispos", explica González Paz al respecto.

Berenguer, "el señor de todas las tierras de Santiago" se refugió en la Rocha Bella y tras unos meses, "indignado por el trato recibido", se "tomó la justicia por su mano", decapitó a A­lonso Suárez de Veza y asedió la ciudad con una "extraña máquina" traída desde Francia, similar a una catapulta, que luego colocó "como recordatorio encima de la torre de la Berenguela en la Catedral", recuerda el experto del Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento .

LAS CLAVES

Una fortaleza exótica en Compostela

Los testimonios describen la Rocha Vella como una fortaleza circular caleada o pintada de blanco y embaldosada con ricos azulejos traídos desde Valencia, además de contar con otros lujos como las vajillas de Manises, fuentes y huertos de naranjos, que en aquella época "eran una cosa bastante exótica", según González Paz.

Descanso en la Rocha Blanca de Padrón

Por otra parte, y en contraposición al papel que jugaba la Rocha Vella como lugar de refugio para los arzobispos de la ciudad, González Paz señala que cuando estos clérigos querían dedicarse un período de descanso iban a la Rocha Blanca de Padrón, que según algunos testigos de la época era "la casa de placer de los arzobispos de Santiago".

La mayoría están muy mal conservadas

El director del Instituto, Eduardo Pardo de Guevara, y el historiador González Paz, lamentaron que la mayoría de las fortalezas catalogadas por este proyecto están en un estado de conservación lamentable, y destacaron la importancia de preservar y consolidar estos testigos de la historia de la Galicia medieval .

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Comentarios

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No es Alonso Suarez de Veza sino de Deza y tampoco Rocha Bella sino Rocha Vella. Además la máquina parecida a una catapulta no fue traída de Francia sino que se cree invento de los compostelanos. Lean ustedes las guerras de D. Berenguel de Landoria-1309-1313. Si no lo consiguen pídanmelo que yo lo tengo pasado al pc de un libro de Bernardo Barreiro de Galicia Diplomática con unos magníficos comentarios. Salud
Comentario realizado por enrique sebio villanueva. 10/8/09 22:05h