La rehabilitación del Teatro Bretón permite descubrir restos de la muralla (Sepúlveda)

El hallazgo está siendo estudiado por la arqueóloga Isabel Marqués

La excavación realizada con motivo de la rehabilitación del teatro Bretón ha permitido el descubrimiento de restos de la muralla de la villa. La intervención arqueológica ha constatado que la muralla fue cortada y rehecha durante el transcurso de las obras de acondicionamiento de dicho solar para teatro. Aunque el hallazgo de la muralla bajo el Bretón se intuía, tal hipótesis estaba por verificar.

Los restos aparecidos, que serán incorporados al proyecto arquitectónico de rehabilitación del teatro, están siendo estudiados por la arqueóloga Isabel Marqués, quien espera que la interpretación de los mismos arroje información sobre la configuración de la muralla en este punto neurálgico de la villa, donde algunos investigadores sitúan el castillo medieval, e incluso la posibilidad de ubicar la antigua iglesia de San Martín, de la que todavía se conservan restos reaprovechados en las edificaciones adyacentes.

El lugar que ahora ocupa el teatro Bretón albergó desde antiguo una alhóndiga o almacén de granos hasta que, en el siglo XIX comenzó a ser utilizado como espacio escénico. En el año 1879 se constituyó en Sepúlveda la sociedad "Teatro Bretón" en honor al dramaturgo Manuel Bretón de los Herreros, que había fallecido poco antes. En el siglo XX se mantuvo su utilización como teatro. Tras una reforma, en 1962, para adaptarlo a cinematógrafo, en 1974 se realizó una profunda transformación del inmueble que supuso un cambio sustancial de su configuración arquitectónica, llegando incluso a demolerse la planta superior.

El proyecto de rehabilitación del teatro, que dirige el arquitecto Juan Aguirre Vila-Coro y está subvencionado por la Junta de Castilla y León, pretende recuperar la configuración arquitectónica original del inmueble, dotando al espacio de las últimas innovaciones en iluminación, acústica, calefacción, refrigeración y seguridad, persiguiendo así la mayor comodidad posible para los espectadores. El futuro tendrá una capacidad de 203 plazas, de las que 150 estarán en la planta baja y 53 en la planta alta, en cuyo centro se situará la cabina de control.