Las excavaciones del Museo dejan al descubierto una necrópolis del siglo X (Ourense)

Cuenta con 18 sepulturas, hasta 800 años más antiguas que las halladas en la plaza de A Magdalena, en las inmediaciones.

Las excavaciones del Museo Arqueológico de Ourense dejan al descubierto una necrópolis del siglo X, con 18 sepulturas, hasta ochocientos años más antiguas que las halladas en la plaza de A Magdalena, ubicada en las inmediaciones. En los trabajos realizados en el edificio -fue hasta 1950 Palacio Episcopal y se encuentra al lado de la iglesia de Santa María Nai, donde algunos historiadores sitúan la primera catedral de Ourense- también se encontraron muros y estructuras romanas, monedas de plata y de otros materiales, cerámica, columnas y un horno de la misma época. Parte de los hallazgos quedarán integrados en el museo, tras la remodelación del edificio.
Después de intervenir bajo el nivel del pavimento actual del museo, en las partes del edificio en las que había indicios de que contaban con ocupación altomedieval y en la "Adega do Pazo", mediante un trabajo dirigido por Francisco Fariña Busto, se confirma que los restos de la época romana encontrados bajo el suelo de la mencionada "adega" tenían "cierta entidad", al permitir ver "partes de construcciones domésticas y los restos de un patio con las bases de tres columnas y un horno romanos".
Sobre ese espacio, se superponía una capa de derrumbe y la implantación de "una necrópolis de época tardorromana y altomedieval, con inhumaciones, unas hechas con tégulas y otras realizadas en piedra. Los restos de las inhumaciones realizadas, fueron levantados por una antropóloga de la Universidad de Santiago", explica el director del museo y de las excavaciones.
Fariña Busto reconoce que en la galería epigráfica del museo, en el espacio que se abre hacia el jardín, "esperábamos encontrar restos de nivel de ocupación altomedieval, que ya fueran localizados anteriormente, pero los resultados no fueron los que nosotros considerábamos más interesantes, porque con motivo de las obras que se realizaron en el edificio en los años sesenta, se removió todo ese espacio para colocar las canalizaciones de los desagües. Consecuentemente, aparecieron restos de época romana y de época moderna, pero mezclados, como consecuencia de las referidas obras".
Hicieron dos sondeos en la zona de la cocina del antiguo palacio episcopal, para documentar la utilización de ese espacio antes del siglo XVI, en los que se comprobó que "existían algunas estructuras medievales, con muros de perpiaño bien labrados, que continuaban la traza de la fábrica románica, lo que nos obliga a replantear algunos aspectos de cómo era la estructura románica originaria".
Del otro lado del patio, en la zona colindante con la iglesia Santa María Nai, donde estaba el primitivo acceso al pazo, "aparecen restos de construcciones del siglo XVI y un nivel de ocupación anterior de época tardorromana, asociados a unos niveles de una estructura documentada en las intervenciones realizadas en los años 2004-2005".
Fariña Busto y el equipo técnico del centro piden que en el proyecto arquitectónico que tendrá que redactarse para realizar la remodelación del edificio, "queden visibles e incorporados a la visita general del nuevo Museo Arqueológico Provincial elementos de época romana, fragmentarios, distribuidos en distintas salas, los restos de la necrópolis altomedieval y los elementos de la arquitectura del edificio románica".
El director del museo y su equipo elevaron una propuesta de las conclusiones de los trabajos realizados a la Dirección Xeral de Patrimonio, "para que se mantengan a la vista las estructuras y materiales más relevantes", citados anteriormente.
Fariña Busto recuerda que las dependencias que en la actualidad ocupa el Museo Arqueológico Provincial fueron palacio episcopal desde el siglo XII hasta 1950. "Consecuentemente, a lo largo de esos ocho siglos, se desarrollaron allí actividades muy distintas, que han quedado referenciadas en las capas de ceniza de los incendios que sufrió el edificio. En esas capas de ceniza aparecen materiales que se usaban en la vida cotidiana del obispado, como cerámicas de los siglos XVI y XVII, monedas pertenecientes a una franja cronológica que va desde la época romana al siglo XVII, piezas de bronce, enganches de cinturones, remaches de armas, restos de cuchillos, el trozo de una espada, materiales cerámicos de distintas épocas, tinteros del siglo XVI, restos de comida, como huesos de animales y conchas de marisco, que en algunos casos, después de ser consumidos como manjar su contenido, fueron reutilizadas para hacer cal, empleado posteriormente en las paredes del edificio".
Entre los objetos más antiguos, abundan fragmentos de terra sigillata romana, cerámicas de importación, monedas, objetos de adorno de bronce, cuyo estudio se está completando, con el fin de publicar una monografía.
El mayor incendio, de 1637, provocó un gran destrozo en el edificio, que permaneció deteriorado hasta 1654.

Piden espacio en San Francisco para pinacoteca

Pese a que está previsto que el Museo Arqueológico se amplíe al incorporar el edificio que actualmente ocupa el Archivo Histórico Provincial -tras su traslado a las nuevas dependencias-, Francisco Fariña Busto pide que se dote de un espacio en San Francisco, para dedicarlo a pinacoteca.
Fariña Busto mantiene la demanda que ya había realizado hace 23 años, de forma conjunta con la entonces archivera, Olga Gallego, de llevar los cuadros a San Francisco. De todas formas, admite que "se pueden contemplar otras alternativas". Fariña advierte de que la sala de exposición que mantiene ahora en San Francisco sería insuficiente para mostrar los cuadros del museo, entre los que figuran obras de Parada Justel y pintura monacal, además de esculturas.

Un gran clamor social demanda la reapertura del Museo Arqueológico

Existe en Ourense un gran clamor social, que abarca desde ámbitos culturales, patrimoniales, políticos, asociativos, empresariales e incluso de funcionarios, que demanda la rápida reapertura del Museo Arqueológico Provincial. Todos ellos consideran injustificable que la actuación acumule siete años de retraso, y que todavía no haya sido adjudicado el proyecto.
Los sectores más perjudicados son el turismo, dado que todo apunta a que esta provincia permanecerá más de diez años sin Museo Arqueológico, y la enseñanza, porque dos o más promociones de universitarios no podrán pisar las instalaciones, además de los estudiosos y amantes del patrimonio.