Las excavaciones en Santa María sacan a la luz unos 50 esqueletos medievales

A los 26 esqueletos hallados en una primera fase de las excavaciones de Santa María, se suman ahora otros 30 restos humanos, datados a principios del siglo XVII o los precedentes. Los arqueólogos que realizan las prospecciones previas a la reforma urbana han identificado 20 nuevas tumbas, algunas de las cuáles acogen varios cuerpos. En uno de los enterramientos se da sepultura a 17 individuos a la vez, lo que hace pensar en algún tipo de epidemia o enfermedad, que habría ocasionado la muerte a varias personas al mismo tiempo. Para aclarar las conjeturas iniciales, los restos son enviados a la Universidad de Santiago de Compostela, donde se les practica un estudio antropológico que puede concretar la fecha de enterramiento, los sexos, las edades e incluso las patologías que llevaron a esas personas a la tumba, como explicó el arqueólogo jefe municipal, Xoan Carlos Castro.

Tras su estudio, el Arzobispado de Santiago decidirá qué se hace con los restos, por tratarse de enterramientos cristianos de sujetos a quienes se dio sepultura bajo los rituales de la Iglesia Católica.

Se trata, en todos los casos, de enterramientos muy austeros, con cuerpos sepultados en el terreno natural con sólo un sudario, sin ataúdes, vestimentas ni abalorios. Es el ritual de enterramiento propio de la época entre las clases populares, es decir, de las personas que se enterraban fuera de los muros de la basílica, ya que a los individuos "relevantes" se les daba sepultura en el interior del templo, con féretro y ropajes.

En algunos casos, las tumbas excavadas sobre el terreno han sido reutilizadas para otros cadáveres, lo que dificulta su datación exacta. Los túmulos son muy ceñidos a los cuerpos y se sitúan además muy cercanos unos a otros, para aprovechar al máximo el terreno exterior del templo. El estudio de los restos servirá para conocer un poco más la Pontevedra medieval en la que se enterraron estos vecinos del Lérez del siglo XVII y anteriores porque, como explicó el arqueólogo municipal, "os mortos aportan información".