Proyectan la restauración de un tramo de la muralla del Castillo con un coste de medio millón de €

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El arquitecto Marius Beviá presenta en el Consistorio una propuesta que incluye la reparación de cuatro torres Algunos de los objetivos son paralizar el deterioro que sufre el conjunto y buscar la expresiones tardo-medievales

«Tiene una antigüedad no inferior a 500 años, habiendo sufrido intervenciones de todo tipo, tanto de carácter militar, penal o de transformación en centro de uso lúdico, sin acabar de realizar las consolidaciones necesarias, debido al paso del tiempo, de manera coherente». Así describe el prestigioso arquitecto Marius Beviá el estado actual de la conocida como muralla Albacar d'Enmig del Castillo de Santa Bárbara.

Este análisis forma parte de un proyecto encargado el pasado año por el Patronato Municipal de Cultura y que Beviá acaba de entregar para la restauración de este «frente murario» de la fortaleza alicantina. El arquitecto añade en la memoria que «existen partes de la muralla y sus torres que han sido remodeladas a fondo». Y es que este tramo de la muralla está conformada por cuatro torres: Sant Jordi, que llegó a ser utilizada como letrina cuando Santa Bárbara fue un penal; Santa Caterina, Colomer y Cerver. La de Sant Jordi es conocida también como el Baluarte de los Ingleses, mientras que la de Santa Caterina, como La Torreta. Además, según los datos aportados por el conocido arquitecto, la Torre Cerver o de la Matanza es un edificio modificado donde se encuentran actualmente el desembarco y la maquinaria de los ascensores del castillo. Se trata, en definitiva, de una zona situada en el corazón del baluarte alicantino. En concreto, la zona a restaurar es la muralla que separaba la albacara antigua o mayor de la existente delante del Macho o castillo medieval propiamente dicho, según expone Beviá en su documento.

Su propuesta prevé «paralizar los procesos de deterioro que sufre el conjunto murario, restaurar las formas buscando sus expresiones tardo-medievales, eliminando añadidos claros y modificaciones de épocas posteriores, crear unos espacios que permitan el entendimiento del sistema de accesos medieval al castillo y aumentar el conocimiento que se tiene de la fortaleza».

En casos como el de la Torre Sant Jordi, la utilizada como letrina, se ha detectado, por ejemplo, el tapiado de la antigua puerta de acceso en el siglo XVI, la falta de permeabilización superior y el relleno de escombros y otro tipo de materiales en su interior.

El detallado proyecto incluye una propuesta de presupuesto de licitación, que asciende a 499.098 euros, y un plazo de ejecución estimado de nueve meses desde la firma de replanteo.