Los arqueólogos de Cultura luchan contra los daños al patrimonio

1/11/07 .- http://www.elpais.com

La Consejería ha ordenado la paralización de 11 obras en Cádiz este año

No son queridos en las obras. Y ellos lo saben. A los arqueólogos de la Junta de Andalucía no les dan la bienvenida cuando van a visitar carreteras en construcción o parcelas donde se levantan viviendas. su inspección puede conllevar la paralización de los trabajos si demuestran que en esas fincas se han dañado restos o las máquinas han actuado sin permiso previo de Cultura.

"Nuestra misión no es detener obras sino proteger el patrimonio". Este lema lo ejerce casi como un eslogan profesional Virginia Pinto, una de los tres arqueólogos provinciales de Cádiz que asumen diariamente su función de centinelas de la Historia.

La delegada de Cultura de la Junta en Cádiz, Dolores Caballero, ha firmado en lo que va de año 11 órdenes de paralización de obras por no respetarse las cautelas arqueológicas que recoge la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía. Esa norma determina que es a los ayuntamientos a los que les corresponde tomar esas medidas cautelares aunque fija que es el Gobierno andaluz el que tiene obligación de inspeccionar las obras. Sólo la Consejería de Cultura puede autorizar o parar obras por cuestiones arqueológicas y son los consistorios los que deben hacer efectivas esos permisos o paralizaciones. La mayoría de obras paradas corresponden a promotoras privadas pero también las administraciones se saltan a veces la normativa.

La Consejería de Obras Públicas inició la carretera de Munive (entre Rota y El Puerto) sin estudio arqueológico. También el Ayuntamiento de Jerez permitió iniciar la demolición de un inmueble en la plaza Rafael Rivero sin vigilancia. La última obra parada en la provincia de Cádiz fue la de la urbanización Bahía Blanca en El Puerto de Santa María. Los arqueólogos descubrieron que se estaban realizando trabajos en una zona con presencia de factorías de salazones de época púnica.

Los tres arqueólogos responsables de la inspección del patrimonio en Cádiz, Ana Troya, Virginia Pinto y Alfonso Pando, se encargan de atender las denuncias. "No se nos recibe con los brazos abiertos. Siempre te piden explicaciones", reconoce Ana Troya. "Te suelen dejar pasar aunque no con buenas caras", añade Virginia Pinto. "Hay veces que han descubierto algo y tratan de taparlo. Otros tienen hallazgos casuales y no se dan cuenta. Otros te dicen que no están haciendo nada y ves las excavadoras. Hay veces que hemos tenido que ir con la Policía", relata Alfonso Pando

Las paralizaciones de obras llegan cuando hay constancia de que se está trabajando sobre un yacimiento y no se ha presentado un proyecto arqueológico. El promotor debe contratar un arqueólogo y elaborar ese estudio, que debe ser revisado por la Junta, antes de reanudar la obra. También hay paralizaciones y se sanciona a los que han encontrado restos y no los han comunicado en un plazo máximo de 48 horas. "Hay muchos intereses económicos en juego", reconoce el jefe de la Inspección de Patrimonio, Manuel Caña.

Son sólo tres para toda la provincia. Cuentan con ayuda de la policía, de otros arqueólogos provinciales o municipales y, cada vez más, de particulares, asociados o no, que alertan de hallazgos en obras cercanas o de daños en yacimientos conocidos. "La ciudadanos están muy motivados", subraya Ana Troya. La actual normativa permite las denuncias anónimas, que preservan la intimidad. Así se facilita la labor de nuevos vigías de la Historia.

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Comentarios

1

jajajajaja


jajajajajajaja
Comentario realizado por jajajaja. 1/11/07 2:40h
2 ¿Y si no todos los arqueólogos que trabajan para Cultura son trigo limpio?
Comentario realizado por jajajajaja. 9/11/07 6:58h