Enclaves en el Camino Jacobeo del Ebro. El poblado medieval de Torrillas

En la zona sur de Logroño floreció un poblado medieval llamado Torrillas y varios centros religiosos

Si poco se sabe del que fuera monasterio de Los Lirios, aún es menos lo que se conoce del poblado o villa de Torrillas, donde presumiblemente se construyó el convento cuyos restos asegura haber descubierto el equipo de investigadores del que forma parte Pedro García.

Esta población, documentada desde el siglo XI, parece ser que floreció junto a otros núcleos próximos, aprovechando la riqueza agrícola de la comarca y una red hidráulica que databa de los tiempos de los romanos. Torrillas estaba además bien comunicada mediante una red de caminos, algunos de los cuales todavía existen en la actualidad. Es el caso, por ejemplo, de Calleja Vieja, al sur de Cascajos, antiguo tramo de la calzada que comunicaba Varea y Tricio y que enlazaba también el actual barrio logroñés con el poblado de Torrillas y el convento de Los Lirios.

Según relatan los investigadores, a través de este camino -Calleja Vieja- llegaban al recinto de Los Lirios en la Edad Media los peregrinos que preferían seguir camino sin internarse en Logroño por el puente de Varea. El convento de Los Lirios estuvo ligado sobre todo al Camino del Ebro que, procedente de Aragón, la ribera navarra y la Rioja Baja, enlazaba con el Camino Francés a la altura de Navarrete.

Otro importante enclave religioso que surgió en esta zona fue la abadía de San Adrián, de la que quedarían igualmente vestigios arqueológicos. Los investigadores que han estudiado la zona sur de Logroño en busca de restos que acreditasen su existencia y ubicación aseguran que «a pesar del estado actual de la ermita, podríamos adelantar que fue un edificio de una sola nave, con planta rectangular y ábside cuadrado al exterior».

Además de estos, en la periferia sur de Logroño arraigaron otros centros religiosos, como las ermitas de Santa María de la Cuesta, cerca de Villamediana, y de San Miguel de la Calzada, no muy lejana a Los Lirios. Unos y otros tuvieron su importancia en lo que se ha llamado el Camino Jacobeo del Ebro, a cuya recuperación histórica quieren contribuir los profesionales que han estudiado estos enclaves de Logroño.