Los arqueólogos piden mayor protección para los restos históricos fuera del Casco (Huesca)

Los estudios del subsuelo no son preceptivos en otras zonas de la ciudad, donde podría haber importantes vestigios romanos.

"Tenemos una deuda pendiente en Huesca. Se trata de la zona no protegida por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en la que sí están saliendo restos y en la que no se interviene". Son las palabras de la arqueóloga Julia Justes. El técnico de Patrimonio Ignacio Royo, en una charla que ofreció recientemente en el Instituto de Estudios Altoaragonesa (IEA), lo corroboró: "Hay hallazgos recientes que van por delante de la normativa de protección".

Además del PERI (Plan Especial de Reforma Integral) y los planes especiales, como el de la muralla, el PGOU ciñe la protección a lo que se conoce como riñón de Huesca, es decir, la zona comprendida entre los Cosos, la Ronda de Montearagón y la calle de Joaquín Costa. "En la acera del Coso que se encuentra más próxima al trazado de la muralla se tiene obligación de hacer estudio arqueológico previo a cualquier modificación en el subsuelo. Sin embargo, cruzas y ya no es necesario ningún estudio de este tipo", comenta Justes.

Para demostrar que el área de protección está desbordada, tan sólo un ejemplo: el pasado año el proyecto para construir un aparcamiento subterráneo en la plaza de Navarra tuvo que suspenderse debido a los restos que había en el subsuelo. "Les hubiera podido salir un segundo paseo de independencia", alerta el técnico Royo. Allí se realizaron los sondeos por la cercanía a la Diputación Provincial, en cuyos sótanos se conservan elementos romanos.

Pero en la avenida de Martínez de Velasco de Huesca, en la década de los ochenta, también apareció una necrópolis. En zonas como la denominada Barrio Nuevo, donde existían barrios medievales también es muy posible que aparezcan restos. Otro punto en el que es muy probable que puedan hallarse vestigios romanos es en la calle del Parque, como ya ocurrió cuando se construyó el edificio del colegio de San Viator, o más recientemente, en los garajes de la calle de San Ciprián donde posiblemente se localizaba un alfar de época romana. A esta lista se añadirían las villas romanas localizadas por Nieves Justes bajo el polígono industrial oscense. "Tendemos a tener una visión algo deformada, creemos que el casco histórico es una línea de la que no entra ni sale nada", precisa el técnico de Patrimonio.