El Museo de León cederá las piezas para el centro judío de Puente Castro

21/6/07 .- www.diariodeleon.es

Luis Grau destaca que la mayoría de los hallazgos siguen en estudio y no han sido inventariados
La Sinagoga del Tránsito acoge cuatro lápidas que salieron de León hace cuarenta años


El director del Museo de León, Luis Grau, ha confirmado que en el caso de que se ponga el marcha el museo judío de Puente Castro, se cederán las piezas que el nuevo centro requiera. «Siempre que se presente un proyecto museístico serio podría llegarse a un acuerdo para la cesión temporal con carácter indefinido que se renueva cada cinco años», destaca. Grau explica no obstante que en el caso de las dos lápidas que en estos momentos se exponen en las salas del recorrido medieval del museo lo ideal sería que se realizaran sendas réplicas.

Destaca que en cualquier caso las piezas arqueológicas que se conservan en Pallarés se ciñen casi exclusivamente a monedas y amuletos, puesto que los hallazgos de las últimas campañas de excavaciones se encuentran en fase de estudio y catalogación, con lo que aún no han llegado al museo. Asimismo, Luis Grau alerta del hecho de que se trata de vestigios que podrían aparecer en cualquier yacimiento de un poblamiento medieval, y no propiamente judío.

Asimismo, el director de Pallarés subraya el hecho de que en el Museo Sefardí de Toledo existen cuatro lápidas judías leonesas. Grau precisa que el Ministerio de Cultura se las llevó de la ciudad hace cuarenta años en una campaña en la que salieron piezas de toda España con el fin de dar contenido a la Sinagoga del Tránsito. En realidad, estas lápidas pertenecen al Museo de León, si bien Luis Grau considera que reclamarlas carece de sentido hoy en día. «Lo ideal es que pidieran permiso para realizar copias», recomienda. En cualquier caso, destaca el hecho de que una de las mejores de España es la que se encontró en las obras de la carretera de Puente Castro en los años ochenta y que, ésta sí, está en Pallarés.

El proyecto para la puesta en marcha del museo judío no se puso en marcha en el anterior mandato debido a la moción de censura y el consiguiente cambio en el equipo de gobierno. No obstante, la concejala de Cultura y Patrimonio, Evelia Fernández, ya ha dejado claro que ésta será una de sus apuestas políticas para los próximos cuatro años. Para ello, se acondicionará la iglesia de Puente Castro. Este espacio se convertirá en un centro de interpretación del legado judío de León y acogerá las piezas que han ido apareciendo en los últimos años en las excavaciones de Puente Castro.

Entre ellas hay que destacar jarras, ollas o cazuelas, todas ellas de color rojizo o gris, así como tinajas en las que se almacenaba vino y cereales. Uno de los hallazgos mas importantes del yacimiento es el descubrimiento de que los habitantes de la judería tenían costumbre de acudir a excavaciones romanas en busca de utensilios y metales. Capítulo aparte merece el hallazgo de varias monedas, entre ellas varias romanas del siglo II, así como una procedente de la Abadía de San Martín de Tours, en Francia, y una fracción de dinar. Este hallazgo supone la confirmación de que la comunidad judía era la encargada de cumplir con el mandato real de recogida de impuestos.

Un entramado urbano único en Europa que pudo llegar a alcanzar alrededor de las 600 personas

Las excavaciones arqueológicas que desde hace ocho años se vienen realizando en el castro de los judíos, en Puente Castro, han sacado a la luz el único entramado urbano judío anterior al siglo XII de toda Europa. Sin salir de España, hay que destacar que no se documenta ninguna judería anterior al siglo XII debido al hecho de que éstas se encontrarían en el interior de las ciudades, lo que da una idea de la importancia de este yacimiento. El profesor de la Universidad, José Luis Avello, ha manifestado que el poblado se encuentra con toda probabilidad en el reducto del castillo y más concretamente en la zona interior de la fortaleza. El hecho de que el fuerte se urbanizara pudo deberse a un fuerte crecimiento demográfi co o bien a una pérdida de los usos del castillo.

No hay que olvidar que entre el siglo X y el XII la población judía alcanzó las 600 personas en una ciudad que no sobrepasaba las tres mil. «Está claro que se trataba de un grupo en constante dinamismo que levantaba viviendas de manera contínua», explica Avello.

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