Descubren una necrópolis durante los trabajos arqueológicos en el castillo de Lopera (Jaén)

Las excavaciones, que se han prolongado durante siete semanas, han servido para comprobar el estado de la cimentación

Ha concluido la primera fase de intervención arqueológica de apoyo a la restauración del Castillo de Lopera. Los trabajos se han prolongado durante siete semanas y han sido dirigidos por Juan Carlos Castillo, profesor titular del área de Historia Medieval del departamento de Patrimonio Histórico de la Universidad de Jaén y llevados a cabo por un equipo de arqueólogos formado por Ana Visedo, María Victoria Gutiérrez y Manuel Jesús Torres, junto con cinco operarios de la localidad.

El objetivo de esta primera intervención consistía en comprobar el estado de conservación de la cimentación de las dos torres del alcázar y de las estructuras que pudieron asociarse al mismo, así como determinar el alcance que tuvieron las obras llevadas a cabo en época renacentista y moderna, sobre las estructuras medievales.

Durante los trabajos arqueológicos se ha documentado una gran estructura o patio empedrado, de los siglos XVII o XVIII, que debió contar con una cubierta de tejas y un acerado externo que rodearía la edificación. También se han localizado dos pozos o aljibes, que han sido reutilizados en distintos momentos de la historia del castillo. En uno de ellos se conserva un arco de medio punto fabricado en ladrillo.

Junto a la Torre de Santa María se ha descubierto una necrópolis de época moderna dividida en dos zonas: una para adultos y otra infantil. En ésta última aparece sólo un adulto, enterrado con un niño en brazos, probablemente una madre y un hijo. A un nivel inferior se localiza otra necrópolis anterior, de época medieval, ésta con tumbas cubiertas con grandes piedras y fosa definida.

Una de ellas, una inhumación infantil, presenta una tipología diferente, ya que estaba delimitada por piedras colocadas verticalmente y cubierta por fragmentos de un gran recipiente cerámico. Alrededor de la Torre de San Miguel se han encontrado las grandes tinajas de vino que pertenecieron a la bodega que existió en el castillo durante el siglo XX.

También se ha podido observar la cimentación de las torres, planteándose la posibilidad de que existiera una edificación anterior al alcázar que construye la Orden de Calatrava, posibilidad que habrá que confirmar en futuras intervenciones. El equipo de arqueólogos ha manifestado a IDEAL la importancia que tendría para el Castillo indagar un poco más en su pasado continuando los trabajos.