La Edad Media en el cine’, realidad y ficción en los clásicos de aventuras

9/5/07 .- diariodecadiz.com

Si hace 70 años le hubieran dicho a Errol Flynn que tenía que teñir de suciedad sus impecables mayas verdes de ‘Robin Hood de los Bosques’, seguramente no habría hecho el papel, pero el cine ha tratado a la Edad Media de forma desigual y los aciertos históricos se han mezclado con auténticos gazapos.

Resulta curioso, como apuntan Juan A. Menéndez, Enrique Mastache y Juan J. Alonso en ‘La Edad Media en el cine’ (T&B Ediciones), que la leyenda de un vulgar bandido que sólo robaba a los ricos para su propio beneficio terminara siendo un héroe medieval defensor de los oprimidos de nombre Robin Hood, que ayudó incluso a colocar en el trono a Ricardo Corazón de León.

Aún más entretenido es comprobar cómo ha variado la imagen de Robin a través de los rostros de Errol Flynn, Kevin Costner (‘Robin Hood, príncipe de los ladrones’, 1990) o Sean Connery encarnando la vejez del mito en ‘Robin y Marian’ (1976).

De entre todos ellos, y alguno más que destacan Alonso, Mastache y A. Menéndez, es divertida la impecable imagen de Flynn con su llamativa indumentaria verde en una Edad Media que, a juzgar por los largometrajes producidos hace prácticamente medio siglo, era lecho de virtudes, limpieza e higiene.

Pero si de imágenes idílicas se trata, el séptimo arte nos ha dejado ejemplos como la de Robert Wagner en ‘El Príncipe Valiente’, luciendo una peluca poco creíble, o la blanquísima dentadura de Burt Lancaster en ‘El halcón y la flecha’.

Gracias al invento de los Lumiere se han adosado cuernos que nunca han existido a los cascos de los vikingos, se inició la tradición de hacer regalos de Navidad (‘El león en invierno’) siete siglos antes de que comenzara, pusieron cerditos rosados donde sólo había puercos negros similares a los jabalíes e hicieron hablar a los campesinos de una temida peste negra que aún no se conocía.

Entre tanto detalle caótico, el libro de estos tres escritores asturianos también rescata historias que nos hablan de ese trasfondo simbólico.

Según los autores de ‘La Edad Media en el cine’, las peripecias Robin de los bosques no sólo son un filme de aventuras, sino que constituyeron una de las primeras obras de Hollywood contra el nazismo.

Los normandos representaban el papel de fascistas que en vez de a judíos, oprimían a los sajones; mientras que los proscritos fieles al rey Ricardo Corazón de León abanderaban a quienes se resistían al nazismo, y las victorias de Robin equivalían a un canto de optimismo para la sociedad.

También aparecen multitud de guiños en ‘El nombre de la rosa’ donde, por ejemplo, el monje encarnado por Sean Connery imita expresiones y modos de proceder iguales a los de Sherlock Holmes, o donde se puede realizar todo un tratado de teología sobre los cismas de los benedictinos en el medievo, a través de los problemas que se desatan en la abadía.
Pero la Edad Media sigue interesando a la industria cinematográfica, y si durante medio siglo el cine hizo retratos utópicos de la edad media con románticas historias de príncipes y princesas, las producciones de la última década se han encargado de mostrar la cara más cruel y sombría de aquella época.

Las traiciones, batallas e incluso el derecho de pernada –cuya existencia no está del todo probada- son recreadas al extremo en ‘Braveheart’, que se une a títulos más recientes como las historias de Cruzadas de Orlando Bloom en ‘El reino de los cielos’.

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