Tàrrega descubre un pozo medieval que califican de ‘proeza de la ingeniería civil’

“Cuesta imaginar cómo en aquella época pudieron construir un pozo de estas características y dimensiones, una gran obra hidráulica de la ingeniería civil de la época medieval”, según el arqueólogo Pere Cots, que la ha localizado a unos 300 metros de la margen izquierda del río Ondara, a su paso por la ciudad de Tàrrega.



La estructura del pozo se ha puesto al descubierto durante las obras de construcción de un bloque de viviendas situado en la calle Francesc Moragues. La cisterna se encuentra a unos doce metros de profundidad y, para alcanzar la base, se ha tenido que derribar gran parte de las paredes del pozo.

Las paredes de la boca, compuestas por piedras del país, unidad con una argamasa de cal, tenía unos lados de 4 por 1,6 metros. Estas paredes penetraban en el suelo hasta 9 metros de profundidad y allí se sustentan sobre cuatro arcos de punto, que, a su vez, se sostienen sobre cuatro grandes pilares de 2 ó 3 metros de profundidad, lo que representa una gran capacidad de almacenaje de agua.

“Al vaciar el agua, hemos tenido la sorpresa de localizar la entrada del agua, procedente de un manantial constante, y un túnel excavado en el terreno natural con una bóveda de piedra del que todavía desconocemos la longitud”, explica Cots.

Otra de las sorpresas de la estructura es la puerta que se encuentra a media altura del pozo, sin que, por el momento, se sepa a dónde conduce. “Es una de las grandes incógnitas del conjunto, cuya construcción podría ser contemporánea del puente gótico que se encontró hace unos meses, puesto que coinciden algunas marcas de picapedreros”. Por el momento, se desconoce el destino de la estructura medieval.

La comisión del patrimonio decidirá su destino, es decir, si se entierra de nuevo, después de documentarlo convenientemente, o bien se hace visitable para el público.