La excavación en La Madraza saca a la luz una almunia del Rey Badis

19/4/07 .- diariogranadahoy.com

GRANADA. El equipo que dirige Antonio Malpica culmina la intervención en La Madraza con "asombrosos hallazgos" y cumpliendo uno de los objetivos del proyecto: determinar la estructura de la planta originaria


El Palacio de la Madraza esconde los restos de una almunia que debió pertenecer al Rey Badis de Granada y que, situada en las afueras de la ciudad cerca de la vega, funcionaría como pequeña propiedad agrícola complementaria del Alcázar Real construido en la parte alta del Albaicín. Los restos de una prensa de aceite, una acequia y un pequeño jardín aparecen vinculados a la estructura zirí y permiten determinar por primera vez, y con argumentos científicos, la planta originaria del edificio mandado a construir por Yusuf I en el siglo XIV. Al constatarse que se trata de una zona de propiedad real surge, además, un apunte más para historiadores e investigadores: en el siglo XI ya estaba prácticamente definido el planeamiento urbano de la ciudad de Granada.

La excavación arqueológica que durante siete meses se ha llevado a cabo en el histórico edificio -un inmueble propiedad a la Universidad de Granada que será objeto de un proyecto integral de rehabilitación y que pretende convertirse en el gran centro cultural de la institución- ha culminado con "asombrosos hallazgos" y arrojando luz sobre el complejo y constante proceso de evolución que ha sufrido el palacio. Tanto es así que apenas se conservan elementos originales mientras se acumulan las huellas de múltiples reconstrucciones que van marcando el paso de varios siglos en una zona que primero fue vega y ahora es pleno casco histórico de la ciudad.

La intervención arqueológica, iniciada a comienzos de septiembre como apoyo al proyecto de restauración que está elaborando Pedro Salmerón, se planteó en un primer momento con un desarrollo de cuatro meses. Sin embargo, la complejidad de los trabajos ha obligado al equipo de arqueólogos que dirige el catedrático de Historia Medieval Antonio Malpica a prolongar la actuación casi el doble de lo previsto. Pero la satisfacción "al final de siete largos y penosos meses de excavación" ha surgido de los propios resultados de la intervención: se logran objetivos y se aportan argumentos y datos que permitirán acometer el plan integral de rehabilitación conociendo sus orígenes y su evolución: un difícil y ambicioso proyecto que requerirá al menos dos años de trabajo a partir de ahora con el fin último de recuperar el edificio "como emblema universitario en el centro de la ciudad".

Desde el punto de vista arqueológico, el objetivo era verificar cuáles eran los restos que había en La Madraza y cuál podría ser la planta originaria. En este sentido, el profesor Malpica destaca que "más o menos se ha podido conseguir determinar cómo era la planta, algo que hasta ahora no se sabía con seguridad a pesar de que había muchas informaciones de eruditos y fuentes de muy diverso tipo".

Las excavaciones comenzaron en un ala del Palacio de la Madraza, en la antigua sala de exposiciones, pero más tarde se ampliaron también al propio zaguán de entrada, al patio central y al Oratorio; lo que ha permitido contar con abundante información arqueológica. Según Malpica, el acceso original al edificio estaba situado en el mismo lugar que ahora y, desde la entrada, se llegaba al patio central, donde se han hallado restos de una alberca que estaría rodeada por un muro de mampostería encintada, de piedras divididas con ladrillos. Ese muro serviría para contener todo el espacio: tanto la alberca como el espacio exterior, así como los posibles pilares o columnas que hubiera encima del patio.

A continuación se llega al Oratorio -que está ampliamente decorado con yesos, epigrafías y azulejos- y en la zona de la izquierda -ubicado en lo que era la antigua sala de exposiciones de La Madraza- se extendería una especie de jardín, una acequia y una serie de estructuras productivas -una parte de estos espacios correspondería a La Madraza y otra parte no-.
Debajo del Oratorio es, justamente, donde se ha descubierto una estructura del siglo XI, que sería de época zirí, y en un muro paralelo al de tapial han aparecido dos puertas también del XI que darían acceso a todo el conjunto. Estas sorprendentes estructuras son las que "probablemente fuesen o bien una propiedad del rey -se sabe por las fuentes escritas que el Rey Badis tenía en esa zona propiedades- o bien un zoco anterior a la existencia de La Madraza". No obstante, y dada la evolución posterior del muro y las características de las propias estructuras, el profesor Malpica no parece inclinarse por la hipótesis del zoco y considera que deben corresponder a una zona residencial: "Se trataría, por tanto, de una especie de almunia del rey en la que pasaba ciertas temporadas y donde tenía cultivos. Con esto también se demostraría el paso de la acequia por esta zona, para irrigar estos terrenos, y la existencia de una prensa seguramente para molturar o bien grano o bien aceite".

Por lo tanto, La Madraza que ordenó construir Yusuf I se asentaría sobre una almunia levantada a comienzos del siglo XI. El Rey Badis, que conquistó el reino de Málaga en 1057 ampliando su estado, tendría su Alcázar en lo alto del Albaicín y en esta zona, que sería vega de la ciudad, un espacio propio. Estaríamos hablando, además, de una propiedad agrícola del estilo del Alcázar Genil, el Cuarto Real o el propio Generalife de la que apenas quedan restos de las puertas de acceso, parte de la estructura y piezas de cerámica. Así, lo que hoy es el Palacio de la Madraza debió ser almunia primero, en el siglo XII-XIII se aprovecharían las estructuras para construir viviendas y en el XIV se levantó la universidad de estudios coránicos que tantas intervenciones y restauraciones ha sufrido desde entonces.

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