La muralla de los Ayala (siglo XI, Álava)

El historiador Ernesto García descubre un texto que vincula la construcción en el siglo XI del recinto defensivo de Vitoria con el fundador del linaje don Vela


El origen de Vitoria es un filón y no sólo para los arqueólogos que con sus hallazgos en los últimos años han dado la vuelta a la antigua historiografía. A veces, por esos golpes fortuitos del destino, los investigadores descubren textos reveladores que han sido leídos mil veces por otros colegas, pero nadie se los cree. Y a la luz de los nuevos hallazgos de otros estudiosos adquieren una dimensión diferente. Esto ha ocurrido con motivo de las publicaciones sobre el sexto centenario del nacimiento del Canciller Ayala. Un estudio sobre la genealogía del linaje constata que «los Ayala estuvieron en el siglo XI construyendo la muralla de Vitoria», según afirma su autor, el catedrático de Historia Medieval de la UPV Ernesto García.

Han pasado ya tres años desde que el carbono 14 demostró que los muros defensivos de la vieja Gasteiz fueron construidos entre el año 1050 y el 1100. Los textos tradicionales que aseguraban que era de 1181 -fecha en la que el rey navarro Sancho el Sabio concedió el fuero a la villa- quedaban obsoletos. Anteriormente, en 2001, las excavaciones en la catedral vieja llevadas a cabo por el equipo de arqueólogos de Agustín Azkarate sacaron a la luz también los restos de un poblamiento del siglo VIII, construido en madera. Vitoria era 400 años más antigua de lo que todos los historiadores habían registrado hasta la fecha.

«Cuando el padre del Canciller Ayala, Fernán Pérez, escribe la genealogía de su familia en 1371 cuenta del primer Ayala, el infante don Vela: 'E fiço las cercas de Vitoria en Álava'. Aunque envuelto en la leyenda, lo sorprendente es que este personaje, al servicio del rey de Castilla, hijo bastardo del rey de Aragón, Ramiro, vive en la misma época en la que Vitoria levanta su muro defensivo.

¿Navarra o castellana?

Según Ernesto García, hay que esperar nuevas aportaciones de los arqueólogos para determinar si la muralla es de antes de 1076 o se levantó después. Hay que tener en cuenta que hasta esa fecha la villa estaba dominada por el reino de Pamplona. Pero posteriormente fue castellana. «Los monarcas de ambos reinos, que son parientes y descienden de Sancho III el Mayor, estaban enfrascados en una lucha permanente y es en ese contexto en el que se fortalece la entonces Gasteiz», recuerda el catedrático.

Aunque las genealogías son libros contaminados por el afán de notoriedad de sus autores, «cuando se dan datos de reyes o fechas históricas no se exagera. Son auténticos. La figura de don Vela puede tener algo de leyenda, pero cuando el padre del Canciller escribe en el siglo XIV está contando algo sobre lo que tiene conciencia; que en el siglo XI ya existía una Gasteiz amurallada. Y eso es una novedad», certifica el profesor de Historia.

«Es una gran noticia. La desconocía y me alegro mucho porque se confirma en un texto histórico lo que decimos sobre el origen de la ciudad y su muralla», añade, por su parte, el catedrático de Arqueología Agustín Azkarate al conocer el descubrimiento del profesor Ernesto García.

El historiador Carlos Ortiz Urbina, quien recientemente visitó las murallas del siglo XI que han sido descubiertas junto a Escoriaza Esquível, admite no conocer el texto, «pero es indudable que esos muros tuvieron que ser levantados por un poder político, no por una comunidad rural. Es impresionante la altura, el grosor y el tamaño de esas defensas del siglo XI. Indican una cosa: que detrás de ellas había una organización, bien una monarquía o un señor feudal», resuelve.

Nuevo origen

A juicio del arqueólogo e historiador Ramón Loza, el documento del padre del Canciller abre un abanico de posibilidades inmensas para comprender el nuevo origen de la ciudad. «Los Ayala están vinculados desde un principio a la corona de Castilla. Puede que ahora se demuestre que son precisamente los castellanos los que están en ese origen. Estamos ante un episodio muy interesante que nos puede obligar a reescribir la historia», añade.

Ramón Loza, todo un experto en seguir la pista de los Vela, recuerda que ese nombre era muy común en esa época y que lo llevaba el primer conde de Álava, allá por el siglo IX.

La aportación de la genealogía de Fernán Pérez de Ayala no se acaba en la muralla. Se trata de la primera que se escribe en España, siguiendo una costumbre europea que busca concretar el origen de cada línea de la familia y marca una referencia para el futuro. «Hay que tener en cuenta que el linaje de los Ayala va formando distintas ramas en Murcia, en Ampudia o en Toledo a medida que los monarcas castellanos pagan sus servicios y se reparten las herencias. Una genealogía sirve para fijar el origen», alega Ernesto García.

El libro que revela la participación de los Ayala en la construcción de la muralla vitoriana es una de las copias del manuscrito original que se conserva en la sede de la Real Academia de la Historia. Otra de esas valiosas copias forma parte de los fondos de la Biblioteca Nacional de París. El texto fue escrito en 1371 y lleva por título 'El árbol de la Casa de Ayala'.

Fernán Pérez de Ayala recoge además la leyenda sobre la santidad de don Vela, fundador de la estirpe que tiene fama de santo y que está enterrado en un sepulcro de piedra en la iglesia de Respaldiza. Nacido en 1030, al parecer, se casó con doña Juliana Íñiguez, señora de Villasutre, Ávalos y Carcamo, hija de Íñigo López, primer Señor de Bizkaia, y perteneciente a la familia Haro.

Cuando se cumplen 600 años de la muerte del Canciller, es su propio padre, Fernán Pérez, el que ha abierto el cofre de la historia.