La fiscalía investiga un centenar de ataques al patrimonio histórico (Vigo)

Las denuncias por daños en bienes protegidos aumentaron un 10% en un año

El fiscal especial denunció a una eléctrica por sus obras en el parque de O Castro



Las actuaciones en defensa del patrimonio histórico aumentaron un 10% en el último año en el entorno de Vigo y el resto de la provincia. En el 2005 se conocieron 91 denuncias y en el 2006 ascendieron a cien. El fiscal especial de Vigo para Patrimonio Histórico, Carlos Gil, tramitó cuatro diligencias informativas penales durante el año 2006. Una de ellas fue dirigida por las obras realizadas por una empresa eléctrica en el entorno del parque de O Castro de Vigo, investigación que remitió al juzgado de Instrucción número 1 de Vigo.

El fiscal también siguió la pista a la construcción ilegal en la zona de protección de un yacimiento arqueológico en el lugar de Viladesuso, en el Concello de Oia. Además, investigó los sobredaños en un petroglifo en Chan de Caeiro-Moaña, que fueron archivadas porque ya tenía conocimiento de las mismas el juzgado número 2 de Cangas.

Además de las actuaciones administrativas, la policía autonómica realizó 70 diligencias que remitió a las consellería de Patrimonio. En Vigo, la policía autonómica realizó 116 inspecciones y levantó 46 actas por este motivo.

Ataques a citanias

Los castros y otros yacimientos recibieron el año pasado un total de 21 agresiones. Desde el 2004, este tipo de daños no para de crecer. Hace dos años fueron afectados nueve castros y otros siete yacimientos. La cifra asciende ahora a doce citanias castrexas y otros nueve lugares de interés para la investigación arqueológica.

Prueba de ellos son las actuaciones de la Fiscalía en el castro de Curro, en el Concello de Barro, al norte de Pontevedra, por la construcción ilegal de un muro de contención en la zona de protección del yacimiento.

«En la zona de Vigo, no detectamos saqueo sino daños intencionales por vandalismo. Se aprovechan del aislamiento de las propiedades y la noche», afirma el jefe de la policía autonómica de Vigo, Santiago Rodríguez.

Otra prueba de la amenaza que sufren los castros son los últimos casos detectados en Vigo. El año pasado, el fiscal llevó a juicio a los dueños de una empresa de derribos por haber levantado una cerca metálica en el castro de Torres de Padín, en Teis, para impedir robos en su nave. Para ello horadó el terreno en varios puntos y, supuestamente, borró la información que contenían los estratos con 3.000 años de historia que van desde la edad de bronce hasta la revuelta de los Irmandiños.

La sentencia absolvió de delito contra la Ordenación del Territorio al empresario pero lo condena por una falta de daños al patrimonio histórico, una multa de 300 euros y le obliga a ejecutar medidas para la restauración del yacimiento tal y como estaba antes de emprender las mencionadas obras de vallado.

Respecto a los daños al conjunto histórico permanecen estables con una docena de casos al año.

Los puentes también han sufrido un aumento de ataques, de uno registrado en el 2004 subieron a seis en apenas tres años. A ello se suman los desperfectos ocasionados por las riadas del pasado otoño.

En todo caso, las estadísticas revelan una mejoría. Si en el 2004 la Fiscalía conocía 136 denuncias, la cifra se ha estabilizado entre 90 y 100 en los dos últimos años.