Una ingeniosa tinaja del siglo XII pone en marcha “La pieza del mes” (Ciudad Real)

El patio del Palacio de Medrano expondrá una pieza arqueológica de valor cada mes de este año


La posibilidad de observar piezas arqueológicas como la que desde ayer acoge el patio del Palacio de Medrano debería recordarnos la inteligencia que aplicaba en su vida diaria “la gente de antes”. O cómo el ingenio era capaz de lo más complejo de la manera más sencilla cuando la necesidad apremiaba.

Con esta deslumbrante pieza que se podrá contemplar durante todo un mes en la sede de la Delegación de la Junta se pone en marcha la iniciativa “La pieza del mes”. Esta idea supone la exposición en este mismo espacio de una pieza arqueológica distinta procedente de los yacimientos de la provincia durante cada mes de este año, como modo de compensar el inmediato cierre del Museo Provincial debido a las obras que en él han de realizarse.

El director del Museo Provincial, Manuel Osuna, explicó a El Día tras la instalación de la tinaja que ésta procede de Calatrava la Vieja, y data de la época almohade, entre los años 1195 y el 1212. Se trata de una bella pieza estampada y restaurada para poder percibirla en su totalidad, acompañada de una segunda pieza llamada “reposadero”, junto a la que cobra sentido completo. La tinaja no es una sencilla vasija para guardar agua o transportarla, como se podría pensar en un primer momento. Está elaborada en un material muy poroso, que permite que, poco a poco, el agua que se almacena en su interior se decante y se vaya filtrando, dejando en la tinaja las impurezas y la tierra. El reposadero se sitúa bajo la primera pieza, con el fin de recoger el agua que sale filtrada y limpia de la tinaja. Esta pieza, además, lleva un pitorro con un canalillo por donde el agua lista para beber sale.

Elegir este asombroso ingenio como primera pieza a exponer en un territorio y un momento caracterizado por la necesidad de aprovechar los recursos hídricos no ha sido casualidad.

Además de su valor histórico, la tinaja destaca por su belleza plástica, ya que está decorada por un estampado de motivos árabes: manos de Fátima, arcos apuntados polilobulados y flores de loto. Las asas tienen forma de oreja, están decoradas con pequeñas estrellas y rematadas con cabecillas animales.

“Se trata de que, aunque el museo esté cerrado, la arqueología no se quede fuera del público”, aseguró Manuel Osuna. Las obras para acondicionar el sistema de climatización del Museo Provincial darán comienzo durante esta semana y durarán un mínimo de cinco meses.

El director del museo nos adelantó cuál será la pieza escogida para el próximo mes: será otra vasija, de 2.500 años de antigüedad y procedente del Parque Arqueológico de Alarcos. Para buscar el equilibrio en los restos escogidos, esta vez le tocará el turno a una pieza del mundo ibérico y no del musulmán. Esta “maravillosa vasija” está pintada y cumple la función pragmática y la estética.