La intervención en el Castillo de San Romualdo revela almenas del siglo XIV (Cádiz)

9/2/07 .- diariodecadiz.es

Este nuevo hallazgo ha sorprendido más que ningún otro a los profesionales que trabajan en el Castillo de San Romualdo. Es el descubrimiento de un conjunto de almenas del siglo XIV en todo el perímetro del edificio. Sin contabilizar las torres de la fortificación, los muros que la rodean albergan 64 merlones -cada uno de los trozos de piedra que componen este parapeto-, dos metros por debajo de las actuales troneras de artillería que lo coronan, que datan del siglo XVII.

La relevancia del descubrimiento se encuentra principalmente, explicó la directora de la intervención, Raquel Utrera, en los cambios en la fisionomía original del edificio ya que queda claro que la construcción ha ganado en altura y que algunas de las torres que se erigen actualmente no podían existir en esa época ya que suponían un obstáculo para el ataque desde las almenas. "En cierto modo, este hallazgo supone una prueba del Carbono 14 porque permite calibrar la época de la que datan muchos otros elementos del edificio", matizó el coordinador de los trabajos, Antonio Sáez.

El primero de estos merlones, el único hasta el momento que ha visto la luz, surgió de forma casual en el centro del ala norte del Castillo con los trabajos de descarga de las bóvedas, una nueva fase en la que se encuentra trabajando el equipo. La intervención se centra en la eliminación de materiales que provocan un sobrepeso en las bóvedas y se realiza desde la cubierta del edificio. Por esta razón, tuvieron que realizar excavaciones que pusieron este parapeto al descubierto. Desde los muros exteriores de la fortificación, especialmente en el de la zona sur, puede contemplarse la intermitencia de las almenas e incluso el hueco de las saeteras -abertura desde la que salían las ballestas-, aunque los arqueológos de la intervención pensaron en un primer momento que se trataba de un elemento ornamental de los tapiales.

Este hallazgo también supone una nueva transformación en el proyecto de restauración, que ahora deberá incorporar la conservación e incluso la exposición desde el interior del edificio de uno de alguno de estos merlones que componían el parapeto original. Una alteración que sin embargo no sorprende al director del proyecto, José Carlos Sánchez, quien asegura que el contenido del mismo puede modificarse ya que el Castillo es "un elemento vivo del que continuamente surgen nuevos hallazgos".

La importancia arqueológica, pero también la histórica fue otro de los factores que destacó Sánchez a los que también se refirió el alcalde de la ciudad, Manuel de Bernardo, que ayer los acompañó en la presentación del descubrimiento. "Siempre pensamos que el Castillo de San Romualdo nos iba a dar gratas sorpresas, como así está siendo, con un trabajo minucioso e impecable", aseguró. Una labor que actualmente se centra en la descarga de las restantes bóvedas que componen la cubierta de un edificio de un valor patrimonial que incrementa día a día.

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