El Museo de Jaén muestra el conjunto del tesoro visigodo de Torredonjimeno

27/11/04 .- El País/Raquel Hernández

Cadenas de oro, cruces repujadas y con cabujones y colgantes con piedras son algunas de las 80 piezas que desde ayer se pueden contemplar en el Museo Provincial de Jaén. La exposición, titulada "Torredonjimeno, tesoro, monarquía y liturgia", recoge por primera vez desde su descubrimiento la totalidad del tesoro visigodo de Torredonjimeno (Jaén). Hallado en un olivar en 1926, el conjunto fue expoliado y sus restos se conservan repartidos en los Museos Arqueológicos de Cataluña, Córdoba y Madrid.

Organizado por el Ministerio de Cultura, la Junta y el Museo de Arqueología de Cataluña, la exposición reune 80 piezas del tesoro visigodo de Torredonjimeno con el objetivo de analizarlo por primera vez de forma global. Desde que fue descubierto, las piezas, que aparecieron envueltas en yeso, se dispersaron y llegaron a los museos de Cataluña, Córdoba y Madrid a través del comercio de antiguedades y las donaciones de coleccionistas. Ahora el Museo de Jaén ofrece la oportunidad de contemplar la totalidad de este tesoro, que data del siglo VII, y es considerado como uno de los principales ejemplos de la orfebrería de la época, junto con el hallado en la localidad toledana de Guarrazar.

Las cruces, de estructura laminar con engastes decorativos, conforman el grupo más numeroso. Son piezas grandes adornadas con cabujones de piedras duras y pasta de vidrio que presentan una estructura más reforzada, con elementos de cintas de oro perimétrico que ayudan a soportar el peso de los engastes que las adornan. De este grupo de cruces se conservan diez entre fragmentadas y enteras, todas ellas procedentes de la sede del Museo de Arqueología de Barcelona.

El segundo grupo que muestra la exposición incluye varios elementos de la corona: un único florón, letras de la misma naturaleza que las que cuelgan de la corona del rey Recesvinto del tesoro de Guarrazar. algunos colgantes y varias cadenas.

Un tercer grupo hace referencia a las cruces procesionales visigodas, de las que sólo se conserva una única pieza. Se trata de una letra alfa que probablemente podría haber estado suspendida de alguno de los brazos de la cruz.

Por último, el tesoro conserva seis elementos decorativos formados por una gran bola de vidrio envuelta por cuatro tiras de oro, de donde se prolongan varios colgantes en forma de cono, también de oro.

Con toda probabilidad, estas piezas formaban parte de un tesoro eclesiástico ofrecido a las santas mártires sevillanas Justa y Rufina, puesto que en aquella época, la iglesia como institución recibía frecuentes regalos y donaciones de la realeza y la nobleza.

La muestra, que se podrá visitar hasta el 30 de enero, cuenta con la colaboración de la obra social de Caja Granada, y está planificada para que también se convierta en una ocasión para acercarse a la historia de Andalucía durante los tres siglos de dominio visigodo, desde el siglo VI hasta la conquista musulmana en el año 711.

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