El palacio del Conde Luna estará rehabilitado en abril del 2008 (León)

23/1/07 .- Diario de León

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Un gran vestibulo acristalado servirá de distribuidor entre los espacios medievales y renacentistas
Las obras comenzarán esta semana, un año después del parón por los hallazgos arqueológicos



Las obras de rehabilitación del palacio del Conde Luna comenzarán esta misma semana y los trabajos se prolongarán durante catorce meses, con lo que el edificio se inaugurará en abril del próximo año tras una inversión de algo más de 4,5 millones de euros.

Los técnicos han manifestado que los trabajos se iniciarán con la recuperación y cimentación de las estructuras del inmueble, así como de catas arqueológicas que afectarán a parte de la muralla que se encuentra «encajada» en el palacio. Asimismo, el proyecto contempla eliminar las divisiones contemporáneas y mantener tan sólo los muros bajomedievales y renacentistas, además de instalar en el patio una estructura metálica con vidrio, con el fin de crear un espacio luminoso y diáfano. En la sala anterior (entre este claustro y la fachada) se instalará un ascensor circular que permita el acceso a los minusválidos.

Cabe destacar que los artesonados y techumbres de alfarjes con pinturas de los siglos XV y XVI ya han sido prefijadas con la finalidad de que no sufran daños en la rehabilitación. No obstante, el plan de restauración contempla la instalación de nuevos forjados de madera con el fin de que estas estructuras sufran lo menos posible.

Acceso por la puerta gótica

La entrada al palacio conservará la recepción original que tuvo el edificio medieval. Es en esta sala, que anteriormente a las catas arqueológicas debió haber estado compartimentada en dos, donde se han descubierto las estructuras más antiguas del edificio. La rehabilitación conservará el empedrado bajomedieval que apareció, así como una suerte de estructura para la canalización del agua que también pertenece a esa época.

Una de las zonas más atractivas del inmueble es la que debió utilizarse como despensa y que se construyó comiendo parte de la muralla. En estas dependencias se encuentra -encajada en una de las paredes y casi invisible al ojo humano- parte de la torre más antigua del edificio, perteneciente al siglo XIII. Estas dependencias fueron las que se utilizaron como almacén de fruta a partir de mediados del siglo pasado. En el palacio quedan aún restos ornamentales de lo que debió ser su esplendor renacentista. Cabe destacar, además de los artesonados, restos pictóricos detrás de una alacena, y yeserías que sólo se conservan en el Arqueológico Nacional y en el Museo de Léon y azulejos del siglo XVI.

Una de las zonas más curiosas es la que alberga la torre renacentista. El gran salón central que descansa bajo la cúpula fue utilizado en el siglo pasado como sala de baile y zona de reunión de los afiliados de la Falange. Aún puede verse el cartel con la leyenda de ropero, así como la marca de los bancos en los que los danzantes se relajaban tras el sofoco del zapateo.

También en el segundo piso se encuentra un pequeño mirador orientado hacia el sureste que, según creen los arqueólogos, pudo haber sido utilizado como una especie de solarium.

El Ayuntamiento ya ha descartado utilizar el edificio como sede del museo de la Semana Santa y, aunque aún no se ha precisado el uso final que se le dará, parece seguro que el palacio será una de las sedes de la ruta medieval, completando de esta manera el Museo de la Ciudad de San Marcelo. La historiadora Margarita Torres, Cronista Oficial de la Ciudad, y una de las mejores conocedoras de la historia que encierra el palacio, defiende su utilización como instrumento para explicar la historia del Reino de León.

En la sala que fue ocupada por el almacén de fruta puede verse parte de la muralla a la que se encajó el palacio en su construcción

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