Excavaciones en el Jardín Inglés del Alcázar sevillano sacan a la luz tres viviendas almohades

17/1/07 .- diariodesevilla.es

Noticias
Las excavaciones que desde el mes pasado se llevan a cabo en el Jardín Inglés del Real Alcázar de Sevilla han sacado a la luz, a tres metros de profundidad, tres viviendas almohades del siglo XII y seis tinajas almohades muy bien conservadas que hacen suponer que una de las casas era un almacén.

El director de estos trabajos arqueológicos, Miguel Ángel Tabales, explicó que las tres viviendas se encuentran “superpuestas” y que daban a una calle con un “nivel de instalaciones bastante sofisticado”, ya que se observa un sistema de alcantarillado en lo que en su día fue una vía.

Las casas deben ser posteriores a 1172, que fue la fecha de construcción de la muralla almohade ubicada en la actual calle San Fernando, y según las primeras suposiciones de los arqueólogos se trataría de viviendas de sirvientes para el abastecimiento del Real Alcázar, ya que se encuentran en pleno recinto militar islámico.

La teoría de que las casas fueran de sirvientes del rey viene apoyada por el hecho de que las vasijas que se han encontrado, que se expondrán en el propio recinto del Alcázar, son muy ricas y presentan inscripciones “típicas del mundo almohade y mudéjar”, como serían las manos de Fátima, unas palmetas invertidas y otro tipo de alusiones simbólicas a la felicidad o al poder de Dios.

Las viviendas fueron destruidas “violentamente” en el siglo XIII, coincidiendo con la época de la conquista cristiana de la ciudad, porque los “niveles de limo causantes de su amortización” contienen materiales de finales del siglo XII a mediados del siglo XIII, por lo que la existencia de estas casas fue bastante corta.

Las tinajas probablemente se usaban para almacenar aceite, según Tabales, que indicó que los trabajos arqueológicos se prolongarán hasta finales de febrero para llegar hasta la cota de cuatro metros, donde se espera hallar restos de viviendas romanas de entre los siglos I y III.

La trigésima excavación llevada a cabo en el conjunto monumental en los últimos diez años “viene a dar luz al urbanismo” de la época almohade, según resaltó el concejal delegado del Real Alcázar, Antonio Rodríguez Galindo (PSOE), que animó a los ciudadanos a que acudan a ver estos hallazgos antes de que sean de nuevo cubiertos el próximo verano.

En efecto, salvo que se produjeran hallazgos extraordinarios, como sucedió en el Patio de las Doncellas, donde la recuperación de un jardín del siglo XIV se ha mantenido sacrificando la edificación posterior, de mármol y con una fuente en medio, la zona de la excavación, un área de ochenta metros cuadrados, será documentada y cubierta.

El director de estos trabajos arqueológicos no ve necesario hacer nuevas prospecciones en el Jardín Inglés, donde se encuentran los viveros del Alcázar, porque la superficie de la excavación actual permite ya “extrapolar datos” en la zona circundante.

En esta ocasión, ha sido el proyecto de construir una fosa séptica en los jardines lo que ha propiciado estos trabajos arqueológicos previos.

Los restos almohades comenzaron a aparecer a partir de 1,5 metros de profundidad, bajo los rellenos que preparaban los terrenos para cultivos, y a partir de los tres metros de profundidad una gran cantidad de agua, procedente de los sedimentos del arroyo Tagarete, oculta los vestigios romanos previos que los arqueólogos se afanan ahora en encontrar y documentar.

Aunque el nivel de conservación de las viviendas no es muy bueno, salvo en el caso de las tinajas, Miguel Ángel Tabales resaltó que esta “lectura histórica” era “necesaria en esta zona Sur de la ciudad” de Sevilla.

Noticias relacionadas

Comenta la noticia desde Facebook

Comentarios

No hay comentarios.