Hallado el claustro del monasterio románico de Alaón

Unas excavaciones han sacado a la luz los restos de galería, ocultos en la zona del cenobio conocida como "huerta del mosén".



Unas excavaciones arqueológicas recientemente finalizadas en la localidad ribagorzana de Sopeira han sacado a la luz el claustro de Santa María de Alaón, uno de los más históricos cenobios aragoneses. Los trabajos, desarrollados en los dos últimos meses por la empresa PRAMES, han permitido recuperar un considerable conjunto de restos del antiguo claustro monástico situado junto a la fachada norte de la iglesia.

El claustro desapareció hace varios siglos, sin que se sepa muy bien por qué, y su solar fue cubierto y habilitado como una faja de tierra de labor que ha sido conocida tradicionalmente en Sopeira como la "huerta del mosén". En los últimos años, la huerta se había llenado de ruinas y malezas y ocasionaba unas preocupantes filtraciones en el templo anexo que aconsejaron su limpieza y la realización de una campaña arqueológica para conocer las características del claustro del cenobio e intentar recuperar los restos que se hubieran preservado.

Lo que nadie esperaba era que los hallazgos arqueológicos fueran tan espectaculares. Ante los asombrados arqueólogos fueron apareciendo paulatinamente las diferentes dependencias del claustro, con muros de hasta dos metros de altitud, los arranques de bóvedas, las basas de su columnata, el pavimento original del deambulatorio, diversas tumbas y otros muchos elementos en un muy buen estado de conservación. "Ha sido una primera fase de los trabajos -comenta José María Ariño, alcalde de Sopeira-, lo que podríamos denominar trabajo de máquina, y ahora debería venir otra fase de trabajo manual, de restauración y de estudio de los elementos que han aparecido".

El proyecto de los trabajos arqueológicos ha corrido a cargo del arquitecto Luis Franco, han sido dirigidos por la arqueóloga Beatriz Andrés y han contado con un presupuesto de 60.000 euros. "Queda pendiente esa segunda fase y sería importantísimo -opina Ariño- abordar una tercera fase en la que consolidar los restos, restaurar algún tejadillo para dar una idea global del recinto y acompañar el conjunto con paneles explicativos para que los visitantes puedan hacerse una idea sobre como era el conjunto en su momento de esplendor".

En la segunda fase de los trabajos de recuperación del claustro, para la que ya se ha solicitado a Patrimonio una partida presupuestaria, se pretende también abrir el acceso a este recinto por la puerta hoy cegada y que situada en la fachada norte de la iglesia. No son las únicas actuaciones necesarias en el recinto ya que la iglesia de Santa María tiene preocupantes goteras en la cubierta.

El cenobio fue declarado en 1931 Monumento Nacional y es uno de elementos arquitectónicos más singulares de la comarca. Sus antecedentes se remontan a la época visigoda y entre los siglos X y XI desempeñó un importante papel espiritual y político en el condado ribagorzano.