«Un arqueólogo siempre dirá que hace falta más dinero»

«Un arqueólogo siempre dirá que hace falta más dinero». La frase es de Mikel Unzueta y la unanimidad entre sus colegas es total. «Si descendemos al detalle, puede haber desde realidades bien dotadas hasta situaciones mucho menos gratas», puntualiza Eliseo Gil. Todos creen que la situación ha mejorado en los últimos años, pero también que dista de ser la ideal y que no hay que olvidar que la excavación es sólo la primera parte del proceso arqueológico.

Juan Carlos López Quintana considera, por ejemplo, que urge dar un paso más en el trabajo de campo. «Cuando excavas un yacimiento, le abres una herida. Si la dejas así, acabará cayéndose. Tenemos que poner empeño en conservar todo lo que excavamos y que quede en buenas condiciones para las futuras generaciones».

A juicio de la mayoría de los arqueólogos, tendría que haber más dinero para la investigación y el trabajo de laboratorio, que es el que al final da valor a las piezas y las convierte en conocimiento. «En Vizcaya y Gipuzkoa, no hay ningún centro institucional de investigación arqueológica, y eso es desastroso. No hay ni infraestructura, ni masa crítica, ni investigación interdisciplinar. Eso ha convertido a nuestra arqueología prehistórica en un agujero negro en el mapa del suroeste europeo», sentencia Jesús Emilio González Urquijo.

Hacen falta también medios para transmitir ese saber al ciudadano de a pie, que es quien ha pagado la investigación arqueológica en la mayoría de los casos. Amelia Baldeón, directora del único museo estrictamente arqueológico del País Vasco, cree que los profesionales deben publicar más investigaciones y divulgar mucho más. «Tenemos un patrimonio riquísimo. La población quiere las cosas que conoce. Por eso es necesario dar a conocer ese patrimonio», dice. «No hay que llegar al parque temático, pero hace falta divulgación. Ahora mismo, no hay casi nada», coincide Ana Martínez Salcedo.