La “al-Buhaira” de los musulmanes valencianos

El arabista Henri Pérès en su libro Esplendor de al-Andalus dice que de la “al-Rusafa” valenciana –y la Albufera formaba parte de la “al-Rusafa” musulmana y de la Ruzafa cristiana– los poetas árabes apenas nos cuentan nada, salvo al-Rusafi, de nombre completo Muhammad Ben Galib Abu Abd Allah al-Rusafi, que era nacido allí.

Se debe sin duda esto a que la espléndida “al-Munia” de recreo construida originalmente en ese emplazamiento por los príncipes musulmanes valencianos, se vio desplazada por el palacio que sería sede regia de los reyes de la Taifa valenciana –y después de la Conquista, de los reyes de la Corona de Aragón–, levantado en otra zona, en lo que hoy son los jardines de Viveros y su entorno. Lo mismo ocurrió con la Albufera, no obstante ser, sin duda, laguna de esparcimiento de los musulmanes valencianos cuando la “al-Rusafa” era su palacio de recreo.

El aprecio por el agua era consustancial a “al-Andalus” y está presente en todos sus palacios, también en el de Valencia. Henri Pérès describe que un “río atravesaba el esplendoroso jardín” que rodeaba el palacio de los Viveros. Y la Albufera –del árabe “al-Buhaira”– era el lago de la “al-Rusafa”.

En su libro Ruzafa. La bien plantada , Juan-Luis Corbín recoge un magnífico poema de al-Rusafi, del que sacamos estos versos:

“¿Es que alguien ha pronunciado el nombre de Valencia? / Amigos míos: deteneos conmigo y / hablemos de ella / pues su recuerdo es como el frescor del agua / en las entrañas ardientes / porque en ella el sol juguetea / con el río y la Albufera”.