Hallados en el Alcázar de Toledo un jardín colgante musulmán y un espigón Trastámara

22/11/06 .- Terra Actualidad

Un jardín colgante de época musulmana y un espigón de tiempos de los Trastámara son dos de los hallazgos más importantes de las excavaciones realizadas en el Alcázar de Toledo durante las obras de remodelación para que parte del edificio acoja la nueva sede del Museo del Ejército.


El arqueólogo y director de las excavaciones, Juan Zozaya, presentó estos resultados hoy durante una conferencia del ciclo 'Arquitectura hispanomusulmana en Castilla-La Mancha', organizada por la Asociación de Amigos del Toledo Islámico y celebrada en la Biblioteca Regional, situada también en el Alcázar.

Según el arqueólogo, el jardín colgante descubierto es 'el primero documentado de la península Ibérica' y data del año 802, de la 'época más importante desde el punto de vista de la ocupación del cerro que, posteriormente, acogió el Alcázar toledano, la época musulmana'.

'De hecho, el cerro lo regala un cristiano converso llamado Ambrosio al Islám para que se haga el Alcázar', explicó Zozaya, quien además señaló que, en esa época, el enclave defensivo y político fue 'muy importante' y estuvo unido, mediante la primera muralla musulmana de Toledo, a la actual calle Santa fe.

Ese mismo año, agregó, se hizo otra muralla que cerró el recinto en una especie de pasadizo interior.

De la época de los Trastámara destacó el hallazgo de un gran espigón, 'macizo, del que queda la planta y destruido al comienzo de las obras del Alcázar de Carlos V'.

'Debió tener un torreón con caperuza y otro con un cadalso para defensa vertical; a partir de ahí, se encuentra el taller de los canteros que hicieron el Alcázar de Carlos V', describió.

Zozaya, experto en arqueología medieval, señaló que, en las excavaciones, también se han encontrado restos de diversa consideración de otras épocas, como el final de la protohistoria o la época romana; mientras que de la visigoda, 'no hay aparentemente nada', afirmó.

En su exposición se refirió a otras curiosidades, entre ellas, 'las famosas covachuelas' que dan a la calle Alfonso VI, de las que dijo que fueron construidas con un criterio 'muy moderno' desde el punto de vista económico, ya que se alquilaron para amortizar el gasto y las deudas del emperador Carlos V.

En referencia a los veinte años de Toledo como ciudad Patrimonio de la Humanidad -conmemoración que se cumple este mes- y a preguntas de los periodistas, Zozaya consideró que aunque el nombramiento y su mantenimiento 'es siempre conflictivo, se debe procurar que Toledo no entre en el listado de ciudades que ven peligrar su catalogación de la Unesco.

En este sentido, instó a los políticos, 'sean del signo que sean, a que hagan compatible la modernidad, la actualidad y el futuro con el pasado'.

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