Investigadores CSIC desarrollan método análisis arqueológico

23/10/06 .- Terra Actualidad

Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha probado un nuevo método para analizar restos arqueológicos con mayor precisión, que combina distintas técnicas de análisis fisicoquímico y permite conocer composición, procedencia geográfica y tecnología de los objetos.


Según un comunicado del CSIC, este nuevo método se ha puesto en práctica con un conjunto de figurillas cerámicas mayas del Clásico Tardío -entre 600 y 900 d.C.- procedentes de la pirámide maya de Calakmul, en el territorio de Campeche (México).

Los restos han sido recuperados durante los últimos cinco años en el marco de unos trabajos arqueológicos y las conclusiones de este trabajo aparecen publicadas en el último número del Boletín de la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio.

Manuel García-Heras, investigador del CSIC y coordinador del trabajo, explica que la novedad del método radica en la particular aplicación de la arqueometría, disciplina que une la arqueología, la conservación del patrimonio y las ciencias experimentales con la finalidad de extraer información técnica, cultural e histórica de los objetos.

Las figurillas de Calakmul fueron sometidas a análisis fisicoquímico por tres sistemas diferentes: fluorescencia de rayos X, que determina la composición química del material analizado; la difracción de rayos X y espectroscopía infrarroja, que permite conocer la composición mineralógica y estimar la temperatura de cocción de los objetos.

La ciudad de Calakmul fue uno de los centros geopolíticos y económicos de la región maya central de Petén y su importancia quedó patente en su desarrollo urbano, que conforma una gran acrópolis en torno a plazas y patios, así como en la construcción de dos grandes pirámides, de las que toma el nombre (calakmul significa en maya dos montículos adyacentes).

En una de estas pirámides apareció el conjunto más notable de figurillas con manifestaciones de carácter político, social y religioso, además de rasgos culturales como la vestimenta.

García-Heras señaló que el estudio concluye que 'la gran mayoría se manufacturaron en la zona con sedimentos arcillosos procedentes de los alrededores de la ciudad'.

'Asimismo, un pequeño grupo se elaboró con una materia prima ligeramente distinta, lo que podría indicar un origen foráneo', agregó.

El trabajo se enmarca en un proyecto del Ministerio de Educación y Ciencia denominado 'Desarrollo de nuevas metodologías para el estudio y análisis integral de materiales cerámicos, vidriados y vidrios del Patrimonio Histórico-Artístico' y para el cual García Heras ha contado con la colaboración de los investigadores Pedro Sánchez y Antonio Ruiz, del Instituto de Ciencias de Materiales de Sevilla.

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