Encontrados restos de una necrópolis medieval en el cementerio de Viérnoles (Torrelavega, Santander)

El área de Arqueología de la Consejería de Cultura ha recogido las piezas para su catalogación y envío al museo regional


Que Viérnoles es un pueblo con mucha historia es un hecho aceptado. Aún así, nunca deja de sorprender sobre todo a los historiadores. El último descubrimiento ha sido el de los restos de tres tumbas de una antigua necrópolis medieval, que datan de entre los siglos VIII y XIII, además de diversas piezas de cerámica. El hallazgo, estudiado por el arqueólogo Ignacio Castaneda Tapia, se produjo durante la realización de los trabajos de movimiento de tierras para la ampliación del cementerio de Viérnoles, obra que está realizando la empresa SIEC por encargo del Ayuntamiento. Concretamente, los restos se encontraron en la zona de la finca que se prevé destinar a aparcamiento y que linda al Norte y Este con sendas fincas de pradería particulares, al Sur con un camino vecinal y al Oeste, con el cementerio antiguo del pueblo. Tras detectarse la existencia de estos restos antiguos, y habiendo una resolución previa de la Consejería de Cultura, que obligaba a realizar un seguimiento arqueológico del lugar para, si existían restos de especial valor o estructuras constructivas, modificar el proyecto de ampliación del cementerio, técnicos de la Consejería se trasladaron al lugar para hacer un informe y recoger las piezas. La excavación arqueológica se realizó por tramos, a 20 centímetros de profundidad, con 'barridos' graduales de la superficie. La colección de piezas, en su mayor parte fragmentos de cerámica medieval sin decorar (hecho que dificulta determinar la fecha exacta), ya han sido entregadas al Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander. El resto, se optó por volver a enterrarlos para poder continuar así la obra que está ya iniciada.

En torno a Santa Águeda

Respecto a las tres sepulturas halladas, con parte de sus respectivas lajas tapaderas intactas, el estudio arqueológico ha determinado que forman parte de la necrópolis medieval que se creó en torno a la ermita de Santa Águeda, que aún existe en la zona antigua del cementerio. Esta necrópolis quedó destruida, o sepultada, por el actual cementerio, construido en Viérnoles en los años 20 del siglo pasado.

Estas tres sepulturas, de pequeño tamaño, se ubican en el extremo más oriental, y distan 21 metros de la cabecera de la ermita, lo que indica dos hechos: por un lado, que la necrópolis era de considerable extensión y por otro, que se tratasen de tumbas de recién nacidos que, al no haber recibido aún el bautismo, eran enterrados en el 'limbo'.