Rocío Varela-Pousa: ´Solo un 14% de las empresas de arqueología trabajan a nivel internacional´

Rocío Varela-Pousa: ´Solo un 14% de las empresas de arqueología trabajan a nivel internacional, ahí está una pista´

"La crisis acabó con cuatro de cada diez firmas y el 66% de los trabajos", asegura tras la presentación de un estudio de 21 países

La excesiva dependencia de la construcción y la obra civil pasó factura al sector de la arqueología al estallar la burbuja inmobilitaria. Un proyecto en el que indagaron investigadores de veintitrés entidades y que se presentó ayer en Santiago diagnostica la asfixiante situación actual de las firmas arqueológicas en 21 países de Europa, con la vista puesta en un laboratorio de ideas para reinventar el futuro. Rocío Varela, desde el Incipit-CSIC se dedica al apoyo a la creación de empresas.

-La recesión económica se llevó por delante al 42% de los negocios de arqueología en España, según las cifras que manejan.

-Muchas empresas tenían una dependencia tremenda del sector de la construcción y cuando no hubo inversión en obras, cesó su actividad. Desaparecieron cuatro de cada diez compañías y el 66% de los puestos de trabajo asociados. La gran mayoría de obra civil precisa un proyecto arqueológico y algunas firmas dedicaban todo su tiempo a servicios relacionados con la declaración de impactos o evaluación arqueológica...

-Esos datos, ¿son equiparables a la situación en Galicia?

- Galicia sigue las mismas líneas que el resto de España. Aunque el objetivo del estudio -el proyecto DISCO- busca hacer comparativas entre países.

-Da la impresión de que el ratio de arqueólogos en Galicia es alto.

-Porque Galicia tiene una densidad de yacimientos muy elevada. Pero, por distribución geográfica, las empresas de arqueología en Madrid son un 19,8%, en Andalucía un 17,9%, en Cataluña un 10,4% y Galicia está a media tabla, con un 8,5%.

-¿A dónde han ido a parar ese 66% de puestos de trabajo perdidos?

-No tenemos datos específicos pero desde la experiencia creo que están en el paro, con campañas arqueológicas de un mes o tres, luego de vuelta al paro...

-¿A qué conclusiones llegan tras analizar esa veintena de países?

-Se trataba de hacer una diagnosis del sector en Europa y, además, de explorar alternativas de futuro. Por eso, esta semana coincide en Santiago de Compostela el Laboratorio de ideas "Re-constructing scenographies", donde una veintena de especialistas en distintos ámbitos del patrimonio cultural de Francia, Latinoamérica o Reino Unido, exploran nuevos escenarios para la arqueología, por dónde debe ir para sobrevivir.

-¿Podría avanzar alguna pista para poner en práctica aquí?

-En el caso español podemos hacer algunas recomendaciones. Las empresas trabajan sobre todo a nivel autonómico o estatal; ese es su ámbito. Solo un 14% de firmas trabajan también a escala internacional. Si esas compañías diesen el salto a la internacionalización, quizás por ahí podrían percibir trabajo. Otra recomendación: aprovechar el capital humano que tienen. En las empresas de arqueología, los trabajadores tienen un nivel de formación muy elevado. El 60% son titulados universitarios y muchos, doctores. Eso da a las empresas una flexibilidad muy alta, para reestructurar la empresa de forma más eficiente. Les recomendamos aprovechar su potencial innovador como vía de escape.

-Desmanes por falta de control, pérdida de sensibilidad arqueológica entre la población... ¿Cómo podría perjudicar esa merma de las empresas?

-En cierto modo ya está ocurriendo. Todos los recortes que están afectando a la Administración, influyen a los servicios de arqueología en inspección. Afecta a un peor control de los proyectos. En el caso de Madrid, la comunidad promulgó una nueva Ley de Patrimonio que, desde nuestro punto de vista, no garantiza la protección del patrimonio. Sobre todo, en la construcción de obras públicas. Se trata de facilitar a las empresas de construcción sus proyectos. Y lo que se hace es eliminar o rebajar las evaluaciones de impacto arqueológico para facilitar que las constructoras puedan sacarlas adelante.

-¿Temen que se imite esta normativa en otras comunidades?

-Esa ley está generando bastante polémica, así que esperamos que no.

-En grandes infraestructuras públicas, ¿nunca se han 'tapado' restos arqueológicos?

-Los arqueólogos, al menos hasta ahora, tienen un sentido de la ética profesional muy alto. Son profesionales muy responsables aún cuando están en proyectos grandes como vías férreas en las que a la constructora le interesa que acabes pronto. En los últimos tiempos, las cosas se ponen difíciles... así que a lo mejor surgen ese tipo de comentarios, pero no es más que una leyenda urbana.