El esqueleto de la sepultura de Navedo formaba parte de una necrópolis altomedieval (Navedo, Cantabr

19/8/13 .- http://www.eldiariomontanes.es

Se encontró el año pasado. Apareció durante la rehabilitación de la ermita de Nuestra Señora del Valle (Navedo, Cantabria)

Ramón Bohigas, Director del Instituto de Prehistoria y Arqueología Sautuola, ofreció el pasado miércoles en la localidad de Linares, una conferencia, donde presentó los resultados de los trabajos arqueológicos realizados en la ermita de Nuestra Señora del Valle, en Navedo, en el mes de julio del pasado año 2012. El acto contó con la presencia de Secundino Caso, alcalde de Peñarrubia; Javier Soberón, presidente de la asociación cultural y etnográfica de Peñarrubia; integrantes de la asociación; colaboradores en las labores de la excavación, y vecinos de Peñarrubia.

La asociación Valle de Peñarrubia, al realizar labores de rehabilitación en la ermita de Nuestra Señora del Valle, de la localidad de Navedo, el pasado año y proceder a desmontar un muro en la parte anterior de dicha ermita, localizó una sepultura medieval, por lo que informaron del suceso a la Dirección General de Cultura. Se realizó una petición de actuación arqueológica, que fue avalada por el doctor Campuzano, del Museo Diocesano, y posteriormente, la Dirección General de Cultura, autorizó una excavación singular de carácter puntual.

La excavación singular fue dirigida por el arqueólogo, Ramón Bohigas, y tanto la colaboración técnica, como la de integrantes de la Asociación Valle de Peñarrubia y de otras personas que ayudaron en la excavación fue totalmente desinteresada. El esqueleto encontrado en el interior de la sepultura medieval, del nuevo yacimiento altomedieval, se bautizó cariñosamente como 'Navedín' en recuerdo de la población donde ha aparecido.

Ramón Bohigas, en su intervención, que fue seguida con mucho interés, recordó que "el hallazgo arqueológico fue posible gracias al esfuerzo de integrantes de la asociación, y de las aportaciones económicas de vecinos e instituciones, entre las que se encontraba el Ayuntamiento de Peñarrubia, que pretendían conservar su patrimonio arquitectónico, movidos por vínculos afectivos y por transmitir este patrimonio a generaciones venideras".

El arqueólogo, manifestó que "se delimitó un área de trabajo en la zona del muro desmontado, dejando la sepultura al descubierto. En ella, se encontró una piedra en la cabecera, que se correspondía a una estela sin decoración epigráfica. En el interior de la cista aparecieron lajas rellenas de arcillas muy plásticas y húmedas. En el lugar donde se encontraban los restos había un espacio de crecimiento de raíces y de plantas, que dificultó la conservación. En la zona excavada se localizaron tres niveles; el más profundo, donde se encontró la sepultura; por encima, otro de escombros y rellenos, que se correspondían con el sellado del espacio funerario, para construir la ermita, y en la parte superior el enlosado del pórtico".

Ramón Bohigas, confirmó que entre los objetos hallados en la zona, "aparecieron los restos de una olla de pastas anaranjadas, con decoración estriada, cuya cronología podría ser de finales del siglo XII o retrotraerse al siglo XI; escorias, que podrían deberse a algún tipo de fundición; cerámicas y bordes medievales similares de los siglos XI-XII, y lozas de restos de vasos de liturgia de culto, desde la época barroca a la actual".

También, se contó en la investigación con la colaboración del Departamento de Antropología de la Sociedad de Ciencias Avanzadas, Aranzadi, de Donostia, en San Sebastián, contando con la valoración de expertos de tanto prestigio como Francisco Echeverría Gabilondo, médico especialista en medicina legal y forense. Según confirmó en la conferencia, Bohigas, "el esqueleto hallado en el interior de la sepultura corresponde a un individuo varón, de edad comprendida entre 21y 35 años, ya que no hay signos de enfermedad degenerativa en las articulaciones".

Finalmente, Ramón Bohigas, participó en un coloquio, donde a una de las preguntas sobre la cristianización de estas zonas, respondió que "el proceso de cristianización del norte de la península se desarrolla a partir de la segunda mitad del siglo VI. Podía existir algún caso correspondiente a fechas anteriores, pero es muy complicado. Lo que si es importante es reconocer tres personajes que fueron fundamentales en esa época; Santo Toribio, en la zona occidental de Cantabria; San Millán, en la zona del Ebro, y el rey Leovigildo, por detrás de los dos anteriores, ya que también hay una realidad visigótica. A partir del siglo VII se produce una cristianización predominante, pero no dominante, en un contexto donde se genera la eclosión de los monasterios".

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