Director general de Patrimonio Histórico visitó el yacimiento de Alcalá la Vieja

18/7/13 .- http://www.portal-local.es

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La ciudad hispano-musulmana de Alcalá la Vieja es un complejo yacimiento arqueológico situado en los cerros al Sur del Henares, constituido por una alcazaba (la fortaleza) y una serie de medinas o arrabales para la población.

El alcalde de Alcalá de Henares, Javier Bello, y el director general de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, Jaime Ignacio Muñoz Llinás, visitaron la ciudad hispano-musulmana de Alcalá la Vieja, yacimiento arqueológico constituido por una alcazaba o fortaleza que data del siglo X, alrededor de la cual se construyeron medinas o arrabales para la población.
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Las excavaciones "científicas" y las primeras restauraciones se remontan a los años de 1984-1986. De forma más continuada se lleva trabajando desde el año 2002, con excavaciones y acciones de conservación preventiva del propio Ayuntamiento de Alcalá, prolongadas en 2003-2004, y donde principalmente se documentó una iglesia de tradición mudéjar con pavimento cerámico y pilares cruciformes de ladrillo, con enterramientos asociados.

En los últimos años la Comunidad de Madrid ha venido realizando una serie de campañas de excavación y restauración, centrándose en la puerta principal del recinto, donde se ha recuperado gran parte del arco califal de acceso, así como las torres que lo enmarcaban.

Por último, en 2013 la intervención se ha centrado en la excavación de una necrópolis que había quedado al descubierto a causa de las últimas lluvias.

El yacimiento arqueológico de la ciudad hispano-musulmana de Alcalá la Vieja está situado en los cerros al sur del Henares. Todo indica que el primer enclave dataría del siglo IX, pero no se sabe apenas nada de él. Sólo en el siglo X se construye la fortaleza o alcazaba, referencia principal del sitio, a la que después los textos de la época se refieren como Qal´at Abd-Salam (literalmente, la fortaleza de la Paz). Esta fortaleza es de forma triangular, con siete torres a la que se suma la albarrana. Tenía una puerta de ingreso directo con un arco de herradura entre dos torreones del que se han conservado las dovelas.

Esta ciudad hispano-musulmana se enmarca en el contexto de una situación de guerra permanente entre los emires y califas de Córdoba y los reyes cristianos del Norte, de forma que Alcalá formaría parte del sistema defensivo del califato que se conoce como "Marca Media", una provincia fronteriza que servía como defensa en profundidad para salvaguardar a las principales ciudades islámicas, situadas en la mitad meridional de la Península.

Por otro lado, Alcalá la Vieja representa una nueva fase del antiguo Complutum romano, solo que abandonando la presencia en el valle para buscar una posición topográfica más acorde con la nueva situación estratégica.

Se documenta un camino de acceso que hace un ángulo de 90º para llegar a la puerta principal, y en las laderas y cerros vecinos una amalgama de construcciones o arrabales con abundancia de cerámicas de entre los siglos IX-X y XIV-XV, de tipo vidriado, cuerda seca, verde manganeso, etc. Había al menos dos arrabales uno al castillo y otro, más amplio, en la ladera del barranco frente a la muralla SO.

Tras la reconquista, Alcalá pasa a manos de los arzobispos de Toledo, quienes van a favorecer mediante beneficios fiscales y privilegios la repoblación del viejo emplazamiento del valle, en torno a la actual catedral de Alcalá, produciéndose un paulatino abandono del antiguo Qal´at Abd-Salam. Con todo, la fortaleza parece que fue ampliamente reformada por Pedro Tenorio, pero desde este momento entra en progresivo abandono, especialmente tras la prelatura de Carrillo que tras la batalla de Toro cedió las fortalezas del Arzobispado a la Corona.

En el siglo XVI ya se encontraba muy abandonado, aunque se nombraron Alcaides de Alcalá la Vieja hasta el siglo XVIII momento en el que ya estaba totalmente arruinado.

En el interior de la alcazaba se han encontrado restos que se remontan a la Edad del Bronce, así como se documentan ocupaciones desde la época romana hasta el siglo XV. Destacan, además de la monumentalidad de la propia puerta, restos de varias torres y de una iglesia mudéjar, varios silos y un gran aljibe con lucernas y bóveda de cañón reforzada por dos arcos fajones. Mide 10,80 por 3,70 y conserva gran parte del revestimiento consistente en un revoco hidráulico color almagra de tradición islámica.

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