Mil años de historia en cuatro plantas (Avilés)

8/5/13 .- http://www.elcomercio.es


El Museo de Avilés abre el jueves con la intención de ser un referente para visitantes y avilesinos. En el nuevo centro se unen los elementos expositivos más tradicionales con otros relacionados con las nuevas tecnologías


Cuenta atrás para la inauguración del Museo de la Historia Urbana de Avilés. La vieja aspiración de los avilesinos de contar con un centro en el que se recoja la historia milenaria de la villa se verá cumplida este jueves, ese día se inaugura el museo de la calle de La Ferrería. De momento, ayer los medios de comunicación asturianos pudieron conocer cómo se está trabajando en los contenidos del nuevo equipamiento cultural, «la cocina del museo», señaló la alcaldesa en el recorrido por el centro.

A partir del jueves, quienes visiten el museo iniciarán el recorrido por el último piso. Ayer los periodistas sólo pudimos descubrir la segunda planta, en donde se recogen distintos aspectos de la villa Medieval y de la villa Moderna. Allí el visitante va a encontrar en primer lugar una reproducción del Fuero de Avilés, además de la de los Canapés que ordenó construir Carlos III en el camino que unía Avilés con Oviedo.

Los cambios vividos a lo largo de los años en la muralla y la transformación de la ría marcaron la historia urbana de Avilés, por eso una parte importante de esta planta del museo está dedicada a ambas. Los vídeos de las pantallas interactivas aportan mucha información al visitante sobre cómo ha ido cambiando el estuario con la desaparición de marismas o cómo fue creciendo la ciudad.

Como ya había avanzado LA VOZ DE AVILÉS, uno de los elementos singulares y sorprendentes de este segundo piso del Museo de la Historia Urbana de Avilés es su mirador a la plaza de Carlos Lobo, con la iglesia de los Padres Franciscanos en primer plano.

El visitante podrá ver en este espacio el plano más antiguo de Avilés y el de cómo recreció la muralla, que pertenece al archivo de Simancas. Un tercer plano muestra cómo era la zona que rodeaba al templo, donde se construyó una escollera por parte de Ruiz Gómez para evitar las inundaciones y destinar este espacio al cultivo. «Sería como la albufera avilesina», explica el historiador Juan Carlos de la Madrid, encargado, junto a su hermano Vidal, del diseño del contenido del museo.

Para completar la información que recibirá el visitante en esta zona sorprendente del museo, una pantalla interactiva permitirá conocer cómo ha evolucionado esta iglesia, la más antigua de la ciudad, y el papel que ha jugado en la historia de la villa.

Y es que, como explicó la alcaldesa, «el museo permitirá a los turistas y también a los avilesinos empaparse de la historia de la ciudad y luego salir a recorrer sus calles y edificios con muchos más elementos para poder valorar su importancia». El concejal de Cultura, Román Antonio Álvarez, también ahondó en este concepto. «No es un museo decimonónico de colección, el museo tiene un discurso y cuenta con piezas que lo ilustran, pero las obras más singulares están en la propia ciudad», señaló el edil. Destacó también que «el discurso es muy didáctico y de fácil comprensión, lo que permitirá a los propios avilesinos convertirse en guías de los visitantes de la ciudad».

El museo no olvida a los personajes avilesinos y tampoco las actividades profesionales a las que se dedicaban los habitantes de la villa en distintas épocas de su historia milenaria. Como por ejemplo la alfarería de Miranda, que se ilustrará con distintos objetos, entre ellos una tubería antigua que canalizaba el agua a Avilés.

El marino Pedro Menéndez, el escritor Bances Candamo o el pintor Carreño Miranda formaron parte de esta época del Avilés milenario. El visitante podrá ver la película que recogió a principios del pasado siglo el traslado de los restos del Adelantado de la Florida a la ciudad o conocer los cuadros pintados en la corte por Carreño Miranda. Todo ello en una planta que, como ya queda dicho, comienza mostrando el Fuero de la villa, y también otros documentos históricos, como una carta de vecindad.

Para hilvanar el discurso del museo se unen los soportes expositivos más tradicionales, como la vitrina que recoge el Fuero u otros elementos destacados como parte del pórtico de la iglesia de San Nicolás, a otros de última tecnología. Por ejemplo, junto a la explicación sobre lo que era la carta de vecindad se ha unido la posibilidad de dejar la dirección de correo electrónico y el nombre de la persona para recibir en su casa una carta de vecindad antigua a su nombre.

Los visitante podrán subirse a sus móviles los códigos QR de distintos monumentos para que cuando salgan al casco histórico avilesino puedan llegar hasta él y también tener más información sobre el mismo. Sobre esta cuestión De la Madrid insistía en que «la idea de este museo es destacar que verdaderamente el museo es la ciudad».

Los técnicos siguen trabajando en el contenido del museo para que pueda abrir sus puertas el jueves, con una inauguración oficial en horario de tarde. Para dentro de 48 horas la visita será completa. Comenzará en la tercera planta a la que se accede a través del ascensor, con capacidad para 13 personas. Allí el visitante recibirá una primera información global de la ciudad y podrá ver la historia más reciente, el Niemeyer, y la más antigua, la iglesia de los Franciscanos.

El segundo piso es el que los periodistas pudimos visitar ayer para conocer la historia de la villa, y de él se baja al primero, en el que se descubre la ciudad burguesa y la ciudad industrial. Para completar el recorrido, en la antigua Escuela de Cerámica, habrá exposiciones sobre aspectos concretos. Para el jueves se ha preparado una fotográfica sobre la transición. La entrada será gratuita.

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